Los precios de los granos cayeron después de que Argentina, uno de los principales proveedores, devaluara su moneda en una medida que podría incentivar a los agricultores a vender más de sus cosechas en los mercados mundiales.
Los futuros del trigo para entrega en marzo habían caído hasta un 3% en la Bolsa de Chicago. Los contratos del maíz y de la soja con vencimientos similares descendieron hasta un 1,6%.
La recién inaugurada Administración argentina depreció el tipo de cambio oficial a 800 pesos por dólar, en una de las primeras medidas de terapia de “shock” del presidente Javier Milei para impulsar las exportaciones y arreglar una economía en ruinas. Con esta medida, los productores de granos ahora recibirán más dinero por sus ventas, que generalmente están vinculadas al valor del dólar en los mercados de exportación, lo que fomentará exportar más.
El aumento de las exportaciones argentinas se produce en un momento en el que los precios de los cereales se han visto frenados por el crecimiento de la oferta y el retraso de la demanda, lo que ha aumentado la presión sobre los precios.
“Sin duda, lo que pasó en Argentina ha contribuido a la debilidad que vemos hoy”, dijo Arlan Suderman, economista jefe de productos básicos de StoneX Financial Inc.
La devaluación debería estimular las ventas de los poco más de 2 millones de toneladas métricas de soja que quedaron de la cosecha de este año. A los agricultores también les quedan 5,4 millones de toneladas de maíz y 11 millones de toneladas de trigo para vender, según la corredora argentina Zeni. El tipo de cambio revisado también debería compensar con creces el impacto de los mayores impuestos sobre el maíz y el trigo, una medida destinada a aumentar los ingresos públicos, sostiene el analista de Zeni Eugenio Irazuegui.
Nuevo panorama
El nuevo tipo de cambio “va a hacer que el mercado se mueva”, afirma Juan Ouwerkerk, que dirige una cooperativa agrícola en la provincia de Buenos Aires, asegurando que se empezarán a ver ventas después de dos últimas semanas muy tranquilas.
Un peso más débil también podría aumentar el costo de los insumos agrícolas importados, como los fertilizantes, compensando parcialmente el aumento de los ingresos de los agricultores. Aun así, Francisco Perkins, un productor de Pehuajo, provincia de Buenos Aires, dijo que a los agricultores les irá mejor a largo plazo con Milei.
“Este tipo de cambio es mucho más competitivo”, dijo Perkins. “Estamos en el camino correcto”.
LM
