El emproblemado presidente de Haití, Jovenel Moise, trata de reactivar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para resucitar la economía más débil desde que el país fue devastado por un terremoto en 2010.
En el décimo aniversario del desastre, Moise anunció que está buscando un acuerdo para poner fin al estancamiento político y desbloquear el acuerdo con el FMI, que fue archivado en marzo después de que el Parlamento de Haití destituyó al gobierno.
Desde entonces, la legislatura rechazó su elección para primer ministro. Durante una votación de octubre, los legisladores arrojaron muebles y se empujaron entre sí. Entretanto, los manifestantes que pedían la expulsión de Moise desataron disturbios sociales que el FMI describió como “nunca antes vistos”. En una revisión de noviembre, el Fondo estimó que la economía de Haití se contraería alrededor de 1,2% en el año fiscal 2019.
“El año 2020 no puede, de ninguna manera, ser igual a 2019. Tiene que haber un diálogo permanente”, dijo Moise en una entrevista telefónica desde Puerto Príncipe. “Estamos trabajando para encontrar un acuerdo político que nos permita establecer un gobierno de unidad nacional”.
El FMI no respondió de inmediato a un correo electrónico para recabar comentarios.
Las protestas estallaron inicialmente en julio de 2018 contra el aumento de los precios del combustible y se convirtieron en manifestaciones antigubernamentales sobre acusaciones de corrupción, mal uso de fondos de un programa de ayuda petrolera de Venezuela, alta inflación y malas condiciones de vida. Haití es el país más pobre del hemisferio occidental donde más de la mitad de sus 11 millones de ciudadanos viven con menos de US$2,41 por día, según el Banco Mundial.
Agitación social
Moise, quien asumió un mandato de cinco años en febrero de 2017, dijo que quiere calmar la agitación social este año y acelerar los esfuerzos de reconstrucción. Un acuerdo con el FMI también facilitaría préstamos adicionales del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y ayudaría a reconstruir el país, dijo.
El gobierno tiene una historia de despidos rápidos de primeros ministros desde que se creó el cargo en la década de 1980, y pocos han logrado dos años completos en el cargo. Los legisladores removieron al exprimer ministro Jean-Henry Céant en marzo con una moción de censura de 93contra 6 luego de las protestas. Duró 185 días en el cargo. Tras la medida, el FMI suspendió la implementación de un préstamo a tres años sin intereses de US$229 millones.
La crisis obstaculizó la capacidad del gobierno para aumentar los ingresos y promulgar reformas económicas, dijo Moise. Un acuerdo con opositores políticos ayudaría a volver a encaminar al país hacia el crecimiento y ayudaría al gobierno a combatir el fraude y la evasión fiscal, dijo.
Palacio nacional
El gobierno dio a conocer diseños el domingo para reconstruir el Palacio Nacional del país, que fue destruido en parte por el terremoto que cobró la vida de unas 220.000 personas y dejó a más de un millón de personas sin hogar, según las Naciones Unidas. Moise dijo que la construcción del palacio podría comenzar este año.
El gobierno también está presionando para terminar de construir el ministerio de Hacienda y una “ciudad administrativa” que albergará las oficinas gubernamentales, dijo.
“Creo sinceramente que el comienzo de este año será un comienzo decisivo”, dijo. Los actores políticos y económicos “encontrarán buenas soluciones para finalmente encarrilar al país hacia el desarrollo”.