La inflación subyacente en la eurozona, la medida clave sobre los incrementos de precios del Banco Central Europeo, se aceleró en junio más de lo que se informó inicialmente, lo que consolida el aumento de la tasa de interés ampliamente esperado para la próxima semana.
Los precios subyacentes al consumidor, que excluyen elementos volátiles como alimentos y energía, aumentaron un 5,5% respecto del año anterior, dijo Eurostat el miércoles. Eso se compara con una estimación preliminar del 5,4% y una lectura del 5,3% en mayo.
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El índice general de inflación se confirmó en 5,5%, el nivel más bajo desde antes de que Rusia invadiera Ucrania. Los economistas encuestados por Bloomberg prevén que el aumento de los precios subyacentes excederá la cifra total hasta finales de 2024.
Dado que la inflación general ahora se ha reducido a casi a la mitad desde su pico del 10,6% en octubre, los banqueros centrales han cambiado el enfoque al indicador más específico, que está demostrando ser más persistente. Mientras que la revisión al alza del miércoles podría proporcionar municiones para los miembros del BCE de postura restrictiva interesados en que las alzas de tasas continúen durante el otoño, algunos han adoptado recientemente un tono más suave.
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El jefe del banco central holandés, Klaas Knot, dijo el martes que la inflación subyacente parece haberse “estabilizado” y señaló que cualquier acción más allá de julio sería “una posibilidad, pero de ninguna manera una certeza”. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, había mostrado previamente cierto optimismo de que la inflación subyacente puede estar alcanzando su nivel máximo.
La comunicación será clave para el BCE después de la reunión del 26 y 27 de julio. Personas familiarizadas con el pensamiento del Consejo de Gobierno le dijeron a Bloomberg que el mayor desafío será lograr el tono correcto al transmitir sus intenciones futuras.
Traducido por Paulina Steffens.
