Restan pocas alternativas para que los europeos aumenten su comercio con el mundo y esa “escasez” de posibilidades potencia las chances de una alianza con el Mercosur de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. No solo es uno de los bloques importantes por cantidad de habitantes, por cercanía cultural y por la existencia de materias primas claves. Ocurre que en otros continentes, como Asia, hay una sólida influencia de potencias que ocupan casi todo del el espacio: China, en primer lugar, acompañada por la India y Rusia. En cuanto a América del Norte, esta es una región indisoluble de USA, Canadá y México.
Con la diplomacia del caso, los líderes de la Unión Europea confirmaron este lunes, a través de sus declaraciones a la prensa, que hay un interés muy activo en asociarse al mercado sudamericano.
La Unión Europea busca, también, forjar una puerta de entrada a países centrales de Sudamérica donde en poco tiempo podrán ser socios plenos países como Colombia, Chile, Bolivia y Ecuador. En el caso de Venezuela, dependerá mucho de los términos en que se desarrolle la futura elección. Para el Mercado Común del Sur, la Unión Europea también representa una de las mejores asociaciones del momento: el brasileño Lula da Silva, quien desde junio último ejerce la presidencia del Mercosur, subrayó que la cofradía entre sudamericanos y europeos será un factor que consolide la “multipolaridad” en el mundo.
En la cumbre de la CELAC-UE en Bruselas, esta tarde se realizó una reunión al margen de ese encuentro entre los 4 cancilleres sudamericanos y el Comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis. Ese fue el momento del “reinicio” de las negociaciones, que formalizó la discusión sobre los asuntos “conflictivos” que se precisan superar para que el tratado de libre comercio entre ambas regiones vea, finalmente, la luz. El gobierno brasileño juzga que es su misión principal en este semestre, período en que le toca comandar al bloque. Tanto latinoamericanos como europeos reconocen un definido interés geopolítico en este acuerdo y coinciden con que el tratado estará finalizado no más allá de diciembre próximo. En la conferencia paralela entre ambas partes, esta mañana en Bruselas, confirmó que el acuerdo tiene “un alto interés político” y que se desea llevar a buen término las gestiones.
Lula se pronunció sobre el principal tema que, para el gobierno brasileño, necesita ser revisado: las reglas para las compras gubernamentales por parte de los países que se adhieren al acuerdo.
Claro que las negociaciones serán densas y llevarán su tiempo. Brasil abrió, en la cita de Bruselas con los europeos, una discusión que a priori puede ofrecer dificultades. Se trata de las compras gubernamentales, que para la UE deberían extenderse a todos los socios por igual, lo que abriría la posibilidad a las empresas de participar en las licitaciones oficiales de cualquiera de los estados miembros. El líder brasileño ya advirtió que no acepta bajo concepto ese artículo del tratado de 2019 que firmaron los presidentes Jair Bolsonaro y Mauricio Macri. “Las compras gubernamentales son un instrumento vital para sustentar nuestra política industrial” le dijo Lula da Silva. Y advirtió que “Brasil tiene un gran mercado interno, de 203 millones de habitantes, con una enorme capacidad de consumo, que requerirá la ampliación de inversiones en bienes durables”. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, concordó conque el acuerdo entre los dos bloques “está al alcance” y aclaró que Europa pretende “resolver cualquier diferencia restante lo más rápido posible”.
También hubo un aparte de la cumbre, donde se reunieron el francés Emmanuel Macron; Lula da Silva; Alberto Fernández; y el colombiano Gustavo Petro. Del otro lado de la mesa se encontraba la vicepresidente de Venezuela, Delcy Rodríguez. “Creo que el encuentro en sí era absolutamente necesario y tendrá una gran repercusión en el futuro. El propósito de nuestra reunión con el gobierno venezolano era conocer detalles del plan electoral. Hay que ver de qué manera podremos conseguir que absolutamente todos los venezolanos tengan elecciones libres, democráticas e inclusivas, que puedan ser reconocidas por la comunidad internacional”.
Sobre la cumbre, Lula formuló una conclusión: “Se han puesto sobre la mesa con franqueza las cuestiones que nos interesan y creo que podemos cooperar mucho más y mucho mejor desde una posición de igualdad; utilizando los recursos y capacidades de unos y de otros de una forma complementaria. Y abandonando cualquier tentación extractivita hacia América Latina”.
*Desde San Pablo