Puede que los inversores finalmente estén regresando de puntillas a los mercados emergentes, según el Instituto de Finanzas Internacionales.
Los administradores de dinero invirtieron alrededor de US$17.100 millones en activos del mundo en desarrollo en abril, principalmente en deuda, escribieron los economistas Jonathan Fortun y Benjamin Hilgenstock en una nota el lunes. Es una pequeña señal positiva después de un récord de US$83.200 millones en salidas de cartera de no residente en marzo, cuando la pandemia de coronavirus aplastó el apetito por el riesgo.
Según los datos del IIF, alrededor de US$15.100 millones en entradas de deuda lideraron el retorno a activos de riesgo en abril, distribuidos principalmente entre partes de Asia emergente y América Latina.
Aún así, muchos mercados emergentes siguen en peligro de pérdida de inversión.
“Creemos que no todos los mercados emergentes han superado la crisis aún, ya que la combinación de la persistente incertidumbre en torno a la COVID-19 y el espacio limitado de políticas es un desafío para algunos”, escribieron los economistas.
Las salidas de capital continuaron en la mayor parte del mundo en desarrollo y la COVID-19 sigue siendo un desafío, escribieron Fortun y Hilgenstock. Las acciones chinas fueron la excepción, con entradas de alrededor de US$8.200 millones, “lo que resalta la divergencia entre China y el resto del complejo emergente”, escribieron los economistas.