El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se puso en riesgo de tener un desencuentro con el gobierno chino, después de que atacó, de forma poco sutil, a la medicina tradicional de ese país y afirmó que fue la responsable del orígen de la pandemia de coronavirus.
El lunes, en una reunión de líderes enfocada en la protección de los recursos naturales, Johnson calificó de “demente” la costumbre de usar las escamas del pangolín en peligro de extinción para ayudar a la virilidad.
“La pandemia del coronavirus fue producto de un desequilibrio en la relación del hombre con el mundo natural”, dijo Johnson. “Se originó en los murciélagos o los pangolines, y en la demente creencia de que si mueles las escamas de un pangolín de alguna manera te volverás más potente, o lo que sea que la gente crea”, sostuvo.
Esta semana, un equipo de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estará llegando a China para investigar los orígenes del virus que ha provocado la muerte de cerca de dos millones de personas desde su aparición en la ciudad china de Wuhan.
Algunas teorías sugieren que el pangolín podría haber desempeñado un papel clave en la transmisión de animales a humanos pues se han encontrado virus relacionados en estos mamíferos en peligro de extinción y que se trafican para su uso en la medicina china tradicional.
En mayo, China organizará una nueva ronda de conversaciones sobre biodiversidad de las Naciones Unidas en Kunming. Johnson instó a Pekín a usar la reunión para “dar un significado real” a un conjunto de objetivos estratégicos de biodiversidad que se suponía serían implementados para 2020.
