La economía alemana se contrajo por primera vez desde comienzos de 2015 a raíz del impacto que sufrió la industria automotriz.
La contracción de 0,2 por ciento en el tercer trimestre fue peor de lo previsto y la mayor en más de cinco años. Si bien se espera que este contratiempo esté vinculado en gran medida a las nuevas pruebas de emisiones que alteraron temporalmente la producción de autos, es probable que los datos alimenten el temor de que la expansión de la zona euro esté comenzando a tener problemas.
La oficina de estadística no proporciona un desglose detallado en su medición y no mencionó a la industria automotriz, diciendo que cayeron las exportaciones y el consumo privado, pero que la inversión en equipamiento y la construcción crecieron. Datos de la asociación de empresas automotrices alemanas VDA muestran que la producción de septiembre se desplomó 24 por ciento en comparación con el año anterior.
La debilidad del tercer trimestre en Alemania arrastró a la eurozona, en tanto se prevé que otros datos a conocerse este miércoles mostrarán que su economía se expandió al ritmo más débil desde 2014. Si bien el BCE ya minimizó la pérdida de impulso, una reactivación a fin de año no está garantizada. El sector manufacturero de Alemania -que representa casi una cuarta parte de la producción económica- podría sufrir por las tensiones comerciales y la desaceleración de China.
El crecimiento holandés también resultó menor de lo esperado, en tanto el impulso creció sólo 0,2 por ciento en el tercer trimestre. En Japón, la economía asimismo se contrajo en este período debido a un terremoto, tifones y lluvias torrenciales que afectaron la producción. Como en el caso de Alemania, se pronostica un repunte luego de una caída anualizada de 1,2 por ciento en los tres meses anteriores a septiembre.
Más cerca, Italia se halla inmersa en una batalla fiscal con sus socios de la Unión Europea, y el crecimiento se estancó el trimestre pasado por primera vez en casi cuatro años.
Cualquier signo de debilidad persistente en Alemania, que representa un tercio de la economía de la zona euro, incidiría en el pensamiento de los funcionarios del BCE en un momento en que completan su salida de tres años del programa de compra de bonos a gran escala.
El economista jefe Peter Praet dijo, no obstante, que, si bien hubo una desaceleración en la zona euro, la demanda interna sigue siendo “fuerte”. “Las fluctuaciones en los datos no pueden ocultar el hecho de que el repunte en Alemania y la zona euro se mantiene intacto”, dijo este miércoles Jens Weidmann, presidente del Bundesbank.