A medida que las liquidaciones en Turquía y Argentina se extienden a otros mercados emergentes, las dudas de que los mercados desarrollados puedan mantener su inmunidad son cada vez más fuertes.
JPMorgan Chase & Co. afirma que la vulnerabilidad de los mercados maduros al contagio que emana de los países en desarrollo depende de la capacidad de recuperación económica de Asia. Para ING Groep NV, existe el riesgo de que el ajuste monetario en muchas economías emergentes termine afectando el crecimiento y produzca un efecto dominó en las economías avanzadas.
Los mercados emergentes perdieron el favor de los inversionistas este año ante inquietudes que van desde una política monetaria más estricta en Estados Unidos hasta una serie de riesgos idiosincrásicos, como los problemas fiscales de Argentina y los déficits gemelos de Turquía. Si bien el riesgo de contagio ha aumentado entre las economías en desarrollo, crece el temor a que los países más grandes no sean inmunes a tales riesgos, dice Rob Carnell, economista jefe de ING para Asia en Singapur.
"Una desaceleración mundial de los mercados emergentes podría ser suficiente para influir en los precios de los activos" en los mercados desarrollados, dijo Carnell. "Los mercados desarrollados están viviendo en tiempo prestado hasta cierto punto". Cuando comiencen a desmoronarse, el oro, que viene presentando un rendimiento inferior al promedio, podría valer la pena, agregó.
Fuera de Hong Kong, la mayoría de los mercados desarrollados se mantiene relativamente bien. El índice S&P 500 está cerca de niveles récord tras registrar cinco meses consecutivos de retornos positivos, mientras que el índice de acciones MSCI Emerging Markets ha caído más de 20 por ciento desde su máximo de enero. El índice MSCI Emerging Markets Currency Index ha bajado alrededor de 6 por ciento este año y se encamina a registrar su primera pérdida anual en tres años.
Las caídas en las monedas de los mercados emergentes han llevado a algunos bancos centrales a defender las monedas elevando las tasas de interés, lo que retrasa el crecimiento, dijo Carnell de ING. Si bien las crisis de Argentina y Turquía comenzaron como problemas internos, la tensión se ha extendido a mercados como Indonesia, ya que la mentalidad de rebaño de los inversionistas los impulsa a vender incluso los activos con mejores fundamentos, añadió.
Para JPMorgan, el efecto dominó de una severa recesión en el mundo emergente sobre las economías avanzadas dependería de Asia, que hasta ahora ha sido resistente y está mucho más integrada con Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda, escribieron en un informe analistas, entre ellos Daniel Hui y Patrick Locke.
Si el conflicto comercial entre EE.UU. y China llega a producir una interrupción efectiva e impacta negativamente en las cadenas de suministro, Asia y los mercados desarrollados se volverán relativamente más vulnerables, escribieron.
Para Bank of New York Mellon Corp., la capacidad de los mercados desarrollados para seguir desacoplándose de las preocupaciones en los mercados emergentes se basará principalmente en que sigan las tendencias positivas de crecimiento y las ganancias sólidas en EE.UU., escribió en una nota Marvin Loh, estratega sénior de la firma para el mercado global en Boston.
"Descubriremos cuán fuertes son esas cifras de ganancias si sigue la guerra comercial", dijo Carnell. "Los precios de los activos en los mercados desarrollados siguen siendo increíblemente altos. En algún momento, hay que pensar que tiene que haber una corrección".