La condición climática conocida como "La Niña" causará estragos durante el próximo verano en Argentina, cuando las plantas de soja y maíz crecen en el cinturón agrícola de la región pampeana.
En enero y febrero lloverá muy poco en gran parte de la zona productora clave debido al patrón climático, según los mapas de un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. La sequedad reduce el rendimiento de las plantas y, a su vez, la producción de los cultivos en el país sudamericano.
El mes de marzo será más húmedo, pero seguiremos observando grandes focos de sequía, escribió en el informe Eduardo Sierra, climatólogo de la Bolsa.
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No obstante, las lluvias previstas para diciembre deberían aportar humedad a los campos antes de que la sequía entre en vigor, además de impulsar una recuperación del nivel de los ríos a lo largo de la principal ruta marítima de Argentina.
Las previsiones meteorológicas son seguidas de cerca por los operadores de cultivos y el Gobierno nacional. Para los operadores, esto se debe a que Argentina es el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, y uno de los principales proveedores de maíz. Para el país, las cosechas son una fuente vital de miles de millones de dólares que el banco central necesita desesperadamente.