Christine Lagarde se abstuvo de dar indicios sobre si el Banco Central Europeo subirá o mantendrá las tasas de interés la próxima semana en un discurso pronunciado en Londres.
La presidenta de la institución con sede en Fráncfort mantuvo el suspenso en torno a una de las decisiones más inciertas en su batalla de un año contra la inflación, centrándose en cambio en los retos de comunicar en un momento incierto.
“Las acciones dicen más que las palabras”, dijo Lagarde el lunes en un seminario en Londres organizado por el European Economics & Financial Centre. “Hemos aumentado nuestras tasas de interés de referencia en un total acumulado de 425 puntos básicos en el espacio de 12 meses, un ritmo récord en un tiempo récord. Y lograremos que la inflación regrese en forma oportuna a nuestro objetivo del 2% a medio plazo”.
Los funcionarios del BCE, que se reunirán el 14 de septiembre, deben evaluar si una reciente desaceleración de la economía es suficiente para justificar una primera pausa en el implacable ciclo de endurecimiento que comenzó hace más de un año. En la reunión anterior, celebrada en julio, Lagarde dijo que la institución podría aumentar o mantener las tasas, mientras se centra cada vez más en los datos económicos para orientar su actuación.
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Las nuevas cifras de inflación de la eurozona, publicadas la semana pasada, mostraron que una medida subyacente muy vigilada se desaceleró en agosto al 5,3%, desde el 5,5% del mes anterior. Las autoridades también observan indicios de que la contracción de la actividad del sector privado se ha intensificado.
Los mercados monetarios estiman alrededor de una probabilidad en cuatro de que el BCE suba las tasas un cuarto de punto, hasta el 4%, la próxima semana. Esto se compara con una probabilidad de hasta el 60% antes de que los datos económicos mostraran que la inflación subyacente en la eurozona se desaceleró.
Lagarde y sus colegas aún están a la espera de sopesar las proyecciones económicas internas del BCE, que son una pieza clave en el rompecabezas de las decisiones de tasas.
Algunas de las autoridades monetarias más hawkish han seguido presionando para que se aplique otro aumento de tasas, aunque otros reconocen un panorama más sombrío.
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Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo responsable de los mercados, dijo la semana pasada que, si bien la inflación sigue siendo alta, las perspectivas de crecimiento son peores de lo que los funcionarios predijeron en junio.
El lunes, Mario Centeno, miembro del Consejo de Gobierno de Portugal, afirmó que existe el riesgo de subir demasiado las tasas de interés mientras la economía se adapta a las nuevas condiciones financieras.
Traducido por Paulina Munita.
