Dos miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos están proponiendo una ley que prohibiría a las empresas que patrocinen o hagan negocios con los Juegos Olímpicos de Pekín 2022 vender sus productos o servicios al Gobierno federal o en edificios o instalaciones federales, incluidas las bases militares.
La iniciativa va mucho más allá de lo que han propuesto los líderes republicanos y demócratas en la Cámara, pero es una señal de la amplia frustración bipartidista en el Congreso por el comportamiento de China en una serie de temas, desde los derechos humanos en la región de Sinkiang hasta la transparencia sobre los orígenes de la pandemia de covid-19.
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“Dañar sus resultados parece ser lo único que finalmente llamará su atención”, dijo el representante republicano Mike Waltz, de Florida, que patrocina el proyecto de ley. “Y, o harán negocios con el Gobierno federal o seguirán patrocinando estos juegos. Pero vamos a hacer que ellas elijan”.
Waltz, ex boina verde, presentará el proyecto de ley el viernes con el representante Tom Malinowski, demócrata de Nueva Jersey y exfuncionario del Departamento de Estado. Waltz forma parte del Comité de Servicios Armados y Malinowski, del Comité de Asuntos Exteriores.
“No deberíamos celebrar los Juegos Olímpicos en un país donde el Gobierno está involucrado actualmente en genocidio y crímenes de lesa humanidad”, dijo Malinowski en un comunicado.
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Si es aprobada por el Congreso y firmada por el presidente, el efecto práctico de la ley sería prohibir la venta de productos fabricados por esas empresas en edificios o instalaciones federales, parques y bases militares, o en cualquier lugar donde el Gobierno federal celebre contratos con proveedores para proporcionar servicios.
Algunos de los principales socios de los JJ.OO. de 2022 incluyen a Coca-Cola Co., Intel Corp., Proctor & Gamble Co. y Visa Inc., según el sitio web de Pekín
