La libra cayó a su nivel más débil en casi cuatro décadas, presionada por una perspectiva económica nefasta y la última racha de fortaleza del dólar estadounidense.
La libra esterlina cayó hasta un 1% a US$1,1406, un nivel que no se había visto desde 1985, cuando Margaret Thatcher era primera ministra. Al igual que entonces, las perspectivas económicas son complejas. Gran Bretaña enfrenta la doble amenaza de una inflación de dos dígitos y la perspectiva de una larga contracción económica. El Banco de Inglaterra ha advertido que la economía sufrirá una recesión de más de un año.
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“Los mercados parecen estar disfrutando la oportunidad de golpear a la libra esterlina”, dijo Valentin Marinov, jefe de análisis de divisas del G-10 de Credit Agricole.
La última vez que el tipo de cambio entre la libra esterlina y el dólar fue tan bajo, las naciones más ricas del mundo firmaron el Acuerdo Plaza, un pacto para debilitar la moneda estadounidense. El dólar nuevamente se dispara frente a sus principales pares, lo que agrava la caída de la libra y aumenta la presión sobre el banco central para que siga el ritmo de aumentos de tasas de interés de EE.UU.
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El impacto esperado en el crecimiento económico, junto con el aumento del déficit comercial, están pesando en la libra esterlina, que se ha debilitado más del 15% este año, registrando su mayor caída desde 2016 el mes pasado. La moneda también se enfrenta a la presión de las preocupaciones sobre la agenda económica de la primera ministra Liz Truss. Los planes para revisar el mandato del Banco de Inglaterra en medio de su desafío inflacionario más difícil desde que obtuvo la independencia están causando más inquietud.
Sin embargo, la libra se mantiene más fuerte frente al euro de lo que estuvo durante gran parte de las negociaciones del Brexit, así como durante la crisis financiera mundial.
