El horno no está para bollos en el Reino Unido. La inflación va camino a dispararse hasta el 18,6% a principios de 2023 debido al incremento del precio de la energía. Los abogados penales de Inglaterra y de Gales no vacilaron en sumarse a las medidas de fuerza adoptadas por el sector ferroviario, que ha dejado al país paralizado.
La inflación más alta en casi medio siglo lleva a los abogados a secundar una huelga indefinida e ininterrumpida desde el 5 de septiembre. Ese día será elegido el sucesor del primer ministro, Boris Johnson, aún en funciones.
Los abogados exigen un aumento del 25% en pagos en concepto por ayuda legal cuando representan a clientes que de otra manera no podrían permitírselo pagar. El Ministerio de Justicia ofrece un aumento del 15% al considerar que ese aumento implicaría un incremento promedio salarial de estos abogados de 7.000 libras (unos 8.257 euros) anuales. Oferta rechazada.
Entre los trabajadores que han secundado los paros por las condiciones económicas están los del puerto de Suffolk, donde se gestiona la mitad del comercio de contenedores, los de ferrocarriles y Correos. En septiembre, los enfermeros del sistema nacional de salud pública votarán sobre si se suman por primera vez en la historia para pedir mejores salariales.
El invierno del descontento, que forzó la caída del gobierno de James Callaghan a comienzos de los años setenta, parece reproducirse con un primer ministro en retirada.
AO PAR