Liz Truss se ha convertido en la nueva Primera Ministra del Reino Unido. La ahora ex ministra de Relaciones Exteriores reemplazará al primer ministro saliente Boris Johnson. Desde el comienzo, Truss fue la favorita en la reñida carrera hacia la máxima investidura de gobierno en el país insular golpeado por una fuerte crisis económica y social.
La líder conservadora fue parte del gobierno de David Cameron, Boris Johnson y Theresa May y es la segunda Lord Canciller de la historia británica. Tras su victoria, se convirtió en la tercera mujer al frente del milenario gobierno británico, siguiendo los pasos de Margaret Thatcher (1979-1990) y Theresa May (2016-2019). Apodada la "granada humana", Truss es conocida por sus posturas neoliberales y una política exterior activa, que incluye promesas de endurecimiento de las sanciones a Rusia por la guerra en Ucrania por lo que fue comparada con Thatcher, la "dama de hierro".
Este lunes 5 de septiembre se conoció la decisión de los parlamentarios del partido Conservador en el poder respecto al próximo líder tory e inquilino del 10 de Downing Street, que tendrá el desafío de lograr el equilibrio entre renovación y continuidad tras la gestión de Johnson, que estuvo plagada de escándalos. Según los sondeos previos, Truss, una defensora de Johnson, estiraba su ventaja sobre su oponente Rishi Sunak, considerado un "traidor" por los partidarios del ahora ex mandatario británico.
Liz Truss, de manifestante de izquierda a líder tory
En medio de la crisis económica y el auge de los nacionalismos, la figura de Liz Truss cala hondo entre los británicos reaccionarios. La mujer (que cumplió 47 años a fines de julio) representa el "conservadurismo británico por excelencia", está casada y tiene dos hijas adolescentes que la ayudaron en su campaña. Además de su apariencia y modo de vida, sus ideas neoliberales le valieron el apoyo de cientos de miles.
Después de diez años en el sector privado como directora comercial (de firmas como Shell Cable Wireless), Truss se volcó a la política. Fue concejala local en el sureste de Londres y en 2010 fue elegida para la House of Commons (Diputados) por el distrito electoral de South West Norfolk. Desde allí construyó su vertiginoso ascenso a los altos niveles de la política británica desde 2012.
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A diferencia de su currículum, el origen de Liz Truss en realidad es de izquierda, en línea con el pensamiento de su padre, profesor universitario de matemáticas, y de su madre, una activista por el desarme nuclear. Según sus propias declaraciones, Liz los acompañaba de chica a manifestaciones portando falsos misiles de cartón en rechazo a las guerras que emprendía el gobierno británico, y los dejó "estupefactos" tras girar ideológicamente hacia a la derecha.
Además, durante sus estudios en economía y política en la Universidad de Oxford, militaba en un grupo liberal-demócrata que pedía por la abolición de la monarquía y presidió el grupo de eurófilos de ese espacio, un fantasma que le volvería años más adelante con el divorcio del Reino Unido de la Unión Europea, frente al que tuvo una posición ambivalente.
El paso de Truss por la década conservadora: el Brexit
Con respecto a sus cargos políticos, fue secretaria de estado de Educación, ministra de Medio Ambiente, ministra de Justicia (fue la primera mujer en ocupar ese cargo), secretaria en jefe del Tesoro, ministra de Comercio Exterior, y finalmente Lord Canciller, un título honorífico que se le da al ministro de Relaciones Exteriores, que ejerció durante casi un año, tras ser nombrada como la segunda mujer al mando de esta cartera.
Una de las contradicciones que acompañaron a Truss en la campaña fue su postura sobre el Brexit, ya que inicialmente era una detractora de la salida del Reino Unido de la UE. Sin embargo, cuando le tocó estar al mando de la cartera de Comercio Exterior, Truss se convirtió en la cara visible de las negociaciones comerciales entre ambas partes y se hizo una experta en los circuitos diplomáticos que derivaron en los acuerdos de salida. En tanto, más adelante la actual canciller admitió que "se equivocó" y resaltó los beneficios del acuerdo, uno de los "éxitos" de la gestión de Johnson, algo que evidenció con su postura intransigente respecto al status de la relación entre Irlanda del Norte y la UE.
El fantasma de Margaret Thatcher
Muchos son los que comparan a Liz Truss con la "dama de hierro", el controvertido apodo de Margaret Thatcher que rompió con la hegemonía masculina al frente de Downing Street. A pesar de que no se peina de manera similar, a veces elige atuendos parecidos que no pasan desapercibidos.
Así ocurrió durante uno de sus viajes a Moscú previos a la invasión rusa a Ucrania, en un intento para disuadir al presidente Vladimir Putin. Como canciller, Truss se reunió con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, y reconoció -a modo de furcio- que el Reino Unido "nunca reconocería como rusas" las regiones de Rostov y Voronezg (cercanas a Ucrania), lo que sirvió de pretexto a Rusia para instar a sus fuerzas a entrar "en alerta máxima".
A las burlas se sumaron las acusaciones a Truss de imitar a Margaret Thatcher luego de que posara con un gorro de piel ruso en la Plaza Roja, unos meses después de colocarse con orgullo en la torreta de un tanque. Esto también se vio en el primer debate con su rival Sunak, en el que se vistió con una blusa con lazo y la de la 'Dama de Hierro', en contraste con sus habituales atuendos de colores llamativos.
Por otro lado, mostró su "absoluto apoyo” a voluntarios británicos combatiendo en Ucrania que fueron condenados a muerte en Rusia. Tiene en su haber la liberación de la ciudadana británico-iraní Nazanin Zaghari Ratcliffe, detenida durante más de seis años en Irán por acusaciones de conspiración, que la activista siempre negó.
cd / ds