La paliza que recibió la lira turca el viernes asustó a los inversores de mercados emergentes, provocando que el rand sudafricano, el forint húngaro, el won coreano, el peso mexicano y el real brasileño se debilitaran más de un 1 por ciento frente al dólar.
Independientemente de si el presidente Recep Tayyip Erdogan es capaz de detener la caída en Turquía, a través de medidas ortodoxas o de otro tipo, el mayor problema para los operadores de activos de países en desarrollo es lo que le sucede al dólar, según JP Morgan Asset Management y Goldman Sachs Group Inc.
Alexander Dryden, estratega global de JPAM, dijo a Bloomberg TV que "está teniendo dificultad puede ver ramificaciones más amplias" por la liquidación en Turquía, dado que sus problemas son en su mayoría autoinfligidos y la exposición de los bancos europeos al país no es lo suficientemente grande como para presentar un riesgo sistémico
En cambio, "estamos pronosticando un máximo para el dólar", que probablemente sucederá en los próximos meses, como una señal para comenzar a recomprar acciones, bonos y divisas de mercados emergentes, señaló. Goldman Sachs concuerda.
Turquía "no es un referente del riesgo de los mercados emergentes", dijeron los analistas Caesar Maasry y Ron Gray. "La última liquidación en los activos turcos probablemente sea atribuible a tensiones políticas, el incumplimiento en las alzas de tasas y un sentido más amplio de política heterodoxa". Incluso si los inversores de países en desarrollo pueden ignorar a Turquía, eso no significa que los buenos tiempos han vuelto.
El telón de fondo de los mercados emergentes "sigue siendo problemático", dijo Paul Greer, administrador de dinero en Londres de Fidelity International, que supervisa alrededor de US$430.000 millones de activos.
"El tema clave del retiro de liquidez de los bancos centrales del G3 es el tema más importante para todos los mercados de renta fija y es poco probable que este significativo viento desfavorable cambie el rumbo pronto", dijo. "El dólar sigue subvalorado en función del crecimiento y los diferenciales de tasas de interés entre Estados Unidos y el resto del mundo".