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Opinión

Macri sobrevive al "veranito caliente"

Este año parece ser mejor, con un pronóstico de inflación que se desacelerará a alrededor de 28 por ciento, y el crecimiento económico podría volver en el segundo semestre.

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Buenos Aires se ve diferente, pero no como yo esperaba. Dado el terrible año 2018, cuando el peso perdió la mitad de su valor, la economía volvió a caer en recesión y el gobierno tuvo que buscar un rescate récord del Fondo Monetario Internacional, estaba preparado para ver más tristeza, ira y desesperación en las calles.

En cambio, lo que más me sorprendió durante una visita de tres semanas a la ciudad que llamé mi hogar por cuatro años fueron los relativamente pocos signos de protesta y tensión social, así como los importantes proyectos de infraestructura que avanzan a toda velocidad. Si bien aún no se reflejan en las cifras de construcción (-16 por ciento) o desempleo (9 por ciento), el gobierno está construyendo una carretera subterránea a través del centro de Buenos Aires y está levantando líneas de ferrocarril para liberar tráfico, en un momento oportuno para el presidente devastado por la crisis, Mauricio Macri.

Si le creemos a los plazos, y parecen ser creíbles con base en el progreso observable y el ajetreo de actividades en las obras, Macri y sus ministros podrían estar cortando la cinta inaugural de varios de estos regalos a la ciudad antes de lo que parece ser una difícil apuesta de reelección en octubre. Ya puede tomar crédito por los carriles de autobuses centralizados terminados recientemente que han ayudado a aliviar el tráfico y las nuevas estaciones de metro.

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Si bien es una tradición en muchos lugares pavimentar carreteras e inaugurar obras públicas antes de los eventos electorales, estos proyectos son particularmente oportunos para Macri, dado el malestar económico. Está intentando convertirse en el primer no peronista en terminar un periodo desde 1928, antes del nacimiento del peronismo. Casi la mitad del electorado vive en la ciudad o la provincia de Buenos Aires.

Claro, los argentinos enfrentarán aumentos de 30 por ciento en los precios de los servicios públicos en marzo, así como la posibilidad de que haya otra desbandada de la moneda antes de la votación, en la que se espera que Macri se enfrente a la expresidente Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, dada la magnitud de la crisis, me sorprendió que no existieran protestas diarias masivas en la temporada comúnmente conocida como "el veranito caliente", cuando la humedad, las altas temperaturas, los apagones y las manifestaciones son a menudo una parte tan importante de la navidad como el asado sobre la mesa.

Las noticias televisivas, que en los últimos meses mostraron obsesivamente la tasa de cambio a lo largo del día, dejaron de hacerlo cuando el peso se estabilizó y los bonos del país se recuperaron entre los mejores del mundo en enero. Ahora, gran parte de la programación se centra en un aumento percibido de la delincuencia, lo cual favorece al gobierno de centro-derecha como tema de campaña, ya que la oposición está menos dispuesta a adoptar posiciones duras.

Sin duda, la clase media está sufriendo especialmente los efectos de la recesión y la crisis económica, ya que la inflación del año pasado probablemente fue de aproximadamente 48 por ciento, las hipotecas de vivienda se agotaron y las tasas de interés estuvieron entre las más altas del mundo. Los taxis recorren las calles de Buenos Aires sin muchos clientes aparte de los turistas, quienes aman el peso devaluado. Los supermercados de descuento están llenos de personas que intercambian botellas retornables de Coca-Cola y cerveza para ahorrar dinero.

"Las obras públicas influyen en la decisión de una persona y se les considera apolíticas, ya que benefician a todos", asegura Alejo Costa, de BTG Pactual, desde la capital argentina. "Eso no quiere decir que no conlleven también sus dificultades, sino que es parte de las demandas de los votantes, entre las incluido tener un salario decente".

Este año parece ser mejor, con un pronóstico de inflación que se desacelerará a alrededor de 28 por ciento, y el crecimiento económico podría volver en el segundo semestre. Agregue esa mejora relativa al poder del presidente y los nuevos y brillantes proyectos de infraestructura, incluidos los bloques de viviendas en los extensos barrios marginales de Villa 31, y no es difícil imaginar un camino para la reelección.

(*) Managing Editor for Latin America at Bloomberg News.