Macron declaró toque de queda en principales ciudades francesas por Covid
El presidente francés anunció un toque de queda en la capital y ocho de las ciudades más grandes del país para detener la implacable propagación del coronavirus, a medida que el aumento de infecciones comienza a llenar las camas de los hospitales.
cuarentena coronavirus en París |
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Ania Nussbaum y William Horobin
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció un toque de queda en la capital y ocho de las ciudades más grandes del país para detener la implacable propagación del coronavirus, a medida que el aumento de infecciones comienza a llenar las camas de los hospitales.
“Este virus es peligroso y serio para todos”, dijo Macron durante una entrevista televisada el miércoles. “Estamos en una etapa en la que debemos reaccionar”.
El toque de queda se extenderá desde las 21:00 hasta las 06:00 horas en París, Saint Etienne, Grenoble, Lille, Lyon, Rouen, Aix-Marsella, Toulouse y Montpellier, a partir del sábado, y durará cuatro semanas, posiblemente hasta el 1 de diciembre.
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El gobierno francés ha estado luchando para imponer restricciones sin infligir el mismo daño económico causado por un cierre nacional a principios de este año. El delicado acto de equilibrio fue evidente cuando abogó por que la gente reservara las vacaciones de octubre, incluso mientras ciudades como París cerraban bares y restaurantes temprano para contener la enfermedad.
“No creo que las medidas sean desproporcionadas”, dijo Macron. “Si no queremos tomar medidas más estrictas, tenemos que respetarlas”.
Francia entró en un estricto confinamiento nacional en marzo y volvió a abrir progresivamente a partir de mayo. A medida que el contagio vuelve a aumentar, está afectando a más personas vulnerables.
El país reportó 22.591 casos nuevos en las últimas 24 horas, con lo que el promedio semanal se acerca a 18.000. Las muertes relacionadas con covid aumentaron en 104 a 33.037.
Mientras tanto, el ritmo semanal de casos de covid-19 aumentó a más de 17.000 por día, desde menos de 12.000 hace una semana, y más del 40% de las camas de cuidados intensivos se utilizan para pacientes de covid en la región de París, la más poblada de Francia. Esa cifra podría subir al 90% para fin de mes, según Assistance Publique-Hopitaux de Paris, lo que significa que se pospondrá más operaciones no relacionadas con covid.
Macron dijo que la situación en los hospitales franceses es “insostenible” y que el objetivo reducirá los casos nuevos de 4.000 a 3.000 por día, lo que describió como un nivel manejable.
En Europa se están desarrollando dilemas similares. El gobierno holandés anunció el martes que cerraría bares y restaurantes como parte de un “cierre parcial” que durará al menos cuatro semanas. Italia impuso nuevas restricciones a la vida nocturna, los eventos sociales y los deportes de aficionados, mientras que el primer ministro británico anunció el lunes que los bares y los pubs cerrarán en las partes más afectadas de Inglaterra. En Alemania, las autoridades advirtieron que no hay que cantar victoria.
Economía en riesgo
La economía de Francia había mostrado signos de recuperarse rápidamente en mayo, con las empresas invirtiendo y los consumidores gastando parte de sus ahorros acumulados. Pero hacia el final del verano, cuando los casos de virus comenzaron a aumentar, las encuestas mostraron una disminución de la confianza y la actividad en varios sectores, muy por debajo de los niveles previos a la crisis.
La agencia de estadísticas del país dijo a principios de este mes que espera que la expansión económica se detenga en los últimos meses del año. Un endurecimiento prolongado de las restricciones sanitarias podría incluso volver a llevar a la economía a la recesión, señaló.
La estrategia del gobierno francés para sofocar la epidemia ha sido criticada en casa, más recientemente porque un plan costoso para realizar pruebas a la mayor cantidad posible de personas fracasó cuando la escasez se tradujo en retrasos para obtener resultados, lo que hizo que la campaña de pruebas fuera ineficaz.
A principios de esta semana, el primer ministro Jean Castex, cuya popularidad se está debilitando en las encuestas, dijo que el Gobierno buscaba evitar un confinamiento general “por todos los medios”.
“Estamos aprendiendo a ser una nación nuevamente”, dijo Macron en la entrevista. “Nos habíamos acostumbrado a ser individuos. Pero somos una nación unida y lo lograremos”.
