Ante la inestabilidad que la pandemia de COVID-19 genera en la economía mundial, las naciones deben hacer todo lo posible por promover una recuperación que también luche contra la crisis del cambio climático, dijo Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
“Tomar medidas ahora para luchar contra la crisis climática no es solo algo que sea ‘bueno tener’, es ‘imprescindible’ si queremos dejar un mundo mejor para nuestros hijos”, dijo en declaraciones preparadas para el evento Petersberg Climate Dialogue el miércoles.
El departamento de asuntos fiscales del FMI recomienda que los países asuman compromisos para reducir las emisiones de carbono cuando brinden líneas de rescate financiero a empresas que consumen mucho carbono, y agrega que los precios récord del petróleo hacen que este sea un momento oportuno para eliminar los subsidios.
Las garantías estatales se pueden utilizar para movilizar financiamiento privado para inversiones verdes, dijo el prestamista. Debe ser obligatorio para las empresas financieras revelar mejor los riesgos climáticos en sus carteras de préstamos, y la industria debe encontrar mejores formas de fijar precios ante este riesgo, dijo.
El FMI también recomienda un precio de carbono sustancialmente más alto para alentar la inversión climáticamente inteligente y acelerar el cambio a combustibles más limpios.
“El precio actual del carbono global es de solo US$2 por tonelada, muy por debajo de los niveles necesarios para mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados Celsius. Estimamos debería estar en US$75 por tonelada”, dijo Georgieva. Para que la transición sea justa y favorable al crecimiento, los ingresos por impuestos al carbono se pueden utilizar para proporcionar asistencia inicial a los hogares más pobres, reducir los altos impuestos y apoyar las inversiones en salud, educación e infraestructura, dijo.