El cofundador de WeWork, Adam Neumann, demandó a SoftBank, su mayor inversionista, por la decisión de la compañía japonesa de cancelar un acuerdo de US$3.000 millones para comprar acciones de empleados y otros accionistas.
Neumann, quien habría cosechado la mayor ganancia inesperada de la transacción, sostiene que SoftBank Group Corp. y su Vision Fund se basaron en pretextos legalmente defectuosos para incumplir su acuerdo de compra de acciones a medida que la posición financiera del conglomerado se debilitaba, según una copia de la denuncia revisada por Bloomberg. La demanda, presentada al Tribunal de Cancillería de Delaware, no pudo ser verificada de inmediato en el expediente.
Rob Townsend, director legal de SoftBank, describió las reclamaciones como “sin mérito” en una declaración enviada por correo electrónico. “Según los términos de nuestro acuerdo, que firmó Adam Neumann, SoftBank no tenía la obligación de completar la oferta pública”, escribió Townsend.
El acuerdo de acciones fue parte de un paquete de rescate de SoftBank después de que la oferta pública inicial de WeWork fallara el año pasado. Neumann, la cara controvertida del negocio, acordó abandonar la junta y, a cambio, podría vender hasta US$970 millones en acciones a SoftBank. El paquete de salida para Neumann indignó a los empleados, miles de los cuales iban a perder sus empleos. La decisión de SoftBank del mes pasado de abandonar el acuerdo irritó aún más al personal que contaba con la venta de acciones.
Dos directores independientes de WeWork demandaron al conglomerado japonés, argumentando que SoftBank no mantuvo su parte del acuerdo y estaba experimentando “remordimiento del comprador”. SoftBank llamó a la demanda un uso innecesario del dinero de la compañía y dijo en ese momento que anticipaba una demanda por separado de Neumann. Un portavoz de Neumann dijo que pedirá al tribunal que consolide su caso con el de los dos directores.
SoftBank ha dicho que WeWork no cumplió con los requisitos para que el acuerdo avanzara, citando preocupaciones regulatorias y un puñado de investigaciones gubernamentales sobre la compañía, incluidas de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos y el Departamento de Justicia. Neumann afirma que si bien SoftBank estaba obligado en virtud del acuerdo de compra a usar “sus mejores esfuerzos” para completar la oferta pública, estaba “tomando medidas en secreto para socavarla”, según la copia de la denuncia.