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#NoEsBroma: México podría realmente rifar su avión presidencial

Cuando Andrés Manuel López Obrador presentó por primera vez la idea de rifar el lujoso avión presidencial que nunca usa, la mayoría de los mexicanos se rio como si fuera una broma.

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Cuando Andrés Manuel López Obrador presentó por primera vez la idea de rifar el lujoso avión presidencial que nunca usa, la mayoría de los mexicanos se rio como si fuera una broma.

Tres semanas después, parece que hablaba en serio (tal vez). AMLO, como se le conoce, ha dicho que anunciará el viernes si realmente venderá 6 millones de boletos de lotería, por alrededor de US$27 cada uno, a personas ansiosas de participar en lo que se conoce como la lotería del avión presidencial.

Los mexicanos han quedado cautivados por los detalles que López Obrador distribuye en sus conferencias de prensa diarias. Lo último: dijo que podría llevar niños de bajos ingresos antes de que se subaste.

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O, también dijo, el gobierno, que ha estado buscando un comprador, podría haber conseguido uno y, bueno, hasta ahí llegaría la tan publicitada rifa.

Mientras el país espera, hashtags como #NoEsBroma y #SiMeGanoElAvión son tendencia en las redes sociales, donde los mexicanos se burlan del presidente y planean a dónde viajarían si compran el boleto ganador, suponiendo que puedan pagar el costo del combustible y contratar a un piloto. ¿Y dónde estacionarlo?

El sitio web satírico Reporte Méndigo tuvo una idea, lanzar una nota con este titular: Cártel de narcos, interesado en comprar avión presidencial: anuncia AMLO.

Todo parece un reality show promovido por el presidente para darle otro impulso a su popularidad como hombre del común. No todos están de acuerdo.

“¿Quién no querría ganar un avión?”, pregunta María del Rosario Rubio, enfermera en Ciudad de México. “Pero, ¿qué haría con él?”. No estará en la fila para un boleto si salen a la venta. “Está bien que quiera rifarlo, pero no es viable”.

El avión en cuestión es un 787 Dreamliner por el que México acordó pagar a Boeing Co. US$219 millones cuando se ordenó en 2012. El país ya ha perdido casi US$90 millones en la inversión, con base en el precio de venta más reciente de US$130 millones.

López Obrador ha estado tratando de venderlo desde su posesión en diciembre de 2018, optando deliberadamente por volar en clase turista –y económica–, para ilustrar su compromiso con la frugalidad.

Estuvo en venta durante más de un año, pero no hubo postores, y México planea llevarlo a casa desde California, donde está alojado en un hangar alquilado.

Según López Obrador, el gobierno fue insensato al comprar el Dreamliner de última generación para transportar al presidente en un país donde millones viven en la pobreza. En administraciones anteriores, dijo, “aunque las personas no tuvieran lo suficiente para cubrir sus gastos básicos, los funcionarios públicos vivieron una vida llena de lujos y privilegios”.

La promoción del sorteo es la última de varias maniobras poco ortodoxas del líder nacionalista que han ayudado a mantener un culto a la personalidad, pero también lo han metido en problemas con la comunidad empresarial.

Sin embargo, para que el sorteo funcione, AMLO se apoyará en el sector privado que a veces ha difamado. Dijo que planea reunirse con líderes empresariales la próxima semana para pedirles que compren boletos de la rifa para sus empleados.

Puede ser una tarea difícil. Julio Galindo Pérez, quien dirige el grupo empresarial Coparmex en el estado de San Luis Potosí, dijo al periódico El Universal que lo que hace López Obrador es “irresponsable y una broma”, y empaña la presidencia. “No deberíamos estar jugando este juego”.