La afirmación de Rusia de haber capturado la ciudad portuaria de Jersón en el sur de Ucrania deja cada vez más claro que su invasión, aunque se ralentiza en el norte, está ganando terreno en las llanuras costeras abiertas y difíciles de defender del país.
A la par del pase de Rusia a ataques aéreos más agresivos en los centros urbanos, crece una moderación del optimismo sobre la capacidad de Ucrania para mantener su, hasta ahora, eficaz resistencia organizada contra una fuerza muy superior.
“Ahora estamos en el largo plazo y Rusia se está reorganizando para asegurar que gane esta guerra”, dijo Keir Giles, miembro consultor sénior del programa Rusia y Eurasia en Chatham House, quien habló en un seminario web. “Entonces, la implicancia del manejo ruso de la guerra es que debemos prepararnos ahora para una catástrofe humanitaria”.
El miércoles por la mañana hubo intensos combates en la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, después de que los paracaidistas fueran arrojados a sus calles. Enormes cantidades de equipos y suministros continúan avanzando hacia la capital, Kiev. Por su parte, Rusia dice que solo apunta a objetivos militares.
Hablando en el mismo seminario web, el especialista en defensa rusa del grupo de expertos de Londres, Mathieu Boulegue, dijo que había señales, incluidos los ataques rusos a la infraestructura de comunicaciones en Kiev y la difusión de declaraciones falsas de capitulación en línea, de que Rusia activará su fuerza cibernética y poderío aéreo para los próximos dos o tres días.
Eso podría interrumpir las comunicaciones entre los comandantes y las defensas de Ucrania en la mitad oriental de una nación del tamaño aproximado de Francia, así como su capacidad para transportar alimentos y nuevos suministros de armas desde Europa y Estados Unidos a los lugares donde se necesitan, señaló Boulegue.
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La “intención del Kremlin en este momento es realmente asaltar Kiev, tomarla por la fuerza con toda la brutalidad y todas las tácticas que Rusia tiene”, dijo, prediciendo una larga guerra de desgaste. Habiendo derrocado al Gobierno, Rusia también buscará cambiar la narrativa de su campaña, dijo, porque sin liderazgo político “el Ejército ya no es un ejército, es un grupo de ‘terroristas’”.
En el sur, los mapas producidos por analistas occidentales para rastrear la invasión de Rusia a su vecino del oeste ya muestran áreas sombreadas para marcar la ocupación que comienza a unirse en una franja sólida a lo largo de las costas del Mar Negro y el Mar de Azov.
Un desembarco anfibio de infantes de marina tomó Berdyansk, el segundo puerto ucraniano del mar de Azov, y es posible que haya presionado para unirse a las tropas separatistas rusas y prorrusas que avanzan hacia el oeste para rodear y asediar la ciudad sureña de Mariúpol. Esa ciudad de más de 500.000 habitantes estuvo bajo fuertes bombardeos el miércoles.
Tropas de Crimea
Mientras tanto, las tropas que salieron de Crimea, incautada por Rusia en 2014, se extendieron hacia el este, tomaron la ciudad de Melitópol y pronto podrían crear un corredor terrestre desde la península hasta la frontera con Rusia continental, en caso de que caiga Mariúpol. Hasta ahora, Crimea y Rusia han estado conectadas solo por un puente de 19 km que se inauguró en 2018.
En Odesa, los ciudadanos fueron filmados el martes haciendo sacos de arena en la playa de la ciudad, en previsión de un asalto anfibio que el ejército local cree que se ha retrasado por las malas condiciones climáticas. Los informes generalizados de un intento que fue abortado en el último momento el lunes no pudieron ser verificados de forma independiente.
“El hecho de que abandonaron Crimea ocupada (por Odesa) es cierto”, dijo Alexander Kovalenko, analista militar con sede en Odesa para el sitio web Inforesist, sobre el destacamento naval ruso. “Por qué no intentaron aterrizar, no lo sé”.
La situación en Odesa
La situación en Odesa es estable, pero es poco probable que dure, dijo Kovalenko, sobre todo porque la ciudad de poco más de 1 millón alberga una gran población, aunque inactiva durante años, de residentes prorrusos. En 2014 se enfrentaron con simpatizantes de la llamada revolución de Maidan, dejando 48 muertos. Todos menos dos eran prorrusos, y 42 murieron cuando el edificio al que se habían retirado fue incendiado.
El martes, presidente Volodímir Zelenski reemplazó al gobernador regional de Odesa, Serhiy Hrynevetsky, con Maksym Marchenko, un coronel del ejército que hasta el año pasado comandó una brigada mecanizada en la región de Donbas en el este de Ucrania, según Ukrinform, la agencia estatal de noticias de Ucrania.
Si bien varios intentos rusos de desembarcar tropas alrededor de Odesa desde el 24 de febrero fueron repelidos, se trataba de pequeñas operaciones de distracción, según Kovalenko. Es probable que eso cambie si las fuerzas rusas tienen el control total de Jerson y Mykolayiv, a dos horas y media en auto.
Aun así, no todo ha ido según lo planeado para Rusia en el sur. Una fría recepción de los ciudadanos de habla rusa de ciudades como Berdyansk que el presidente Vladímir Putin pretendía liberar, con residentes cantando “vete a casa” en lugar de ondear banderas, sugiere que la extensión desde Mariupol hasta Odesa, como el resto del país, podrían ser más fácil para las tropas rusas capturar que mantener.
