Israel restituyó el uso de tapabocas y pospuso la reapertura de sus fronteras a los turistas extranjeros, tras el aumento en los contagios relacionados con la variante delta altamente transmisible.
“Se tomó la decisión de que una vez que tuviéramos más de 100 casos nuevos en promedio por semana, restableceríamos el uso de las mascarillas en espacios cerrados”, dijo la jefa de salud pública, Sharon Alroy-Preis, según el sitio web de Ynet. “Me imagino que esto sucederá tan pronto como el domingo dada la tendencia tan rápida que estamos viendo”. La medida del uso de barbijos se eliminó a principios de este mes.
A mediados de junio, los casos nuevos se redujeron a un solo dígito, pero esta semana superaron los 100 durante tres días seguidos. La mayoría de los casos nuevos han sido en niños no vacunados y personas que regresan del extranjero. Algunos de los enfermos habían sido completamente vacunados con la vacuna de Pfizer-BioNTech.
Si bien la variante delta es la más contagiosa hasta la fecha, casi todos los casos en Israel han sido asintomáticos o leves, y el número de enfermos críticos se ha mantenido en alrededor de dos docenas. Los negocios han permanecido abiertos.
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El miércoles 23 por la noche, Israel pospuso la reapertura de sus fronteras al turismo extranjero hasta el 1 de agosto, un mes después de lo planeado.
“Hemos decidido tratar esto como un nuevo brote. Tenemos la intención de detenerlo, tomar un balde de agua y apagar las llamas mientras aún son pequeñas”, dijo el martes el primer ministro, Naftali Bennett, en el aeropuerto nacional, que durante toda la pandemia ha sido un vector de la enfermedad.
Dentro de las medidas que tomó el Gobierno esta semana se incluyen regulaciones de cuarentena más estrictas, más pruebas diarias y una multa de 5.000 shekel (US$1.535) a los padres cuyos hijos incumplen la cuarentena. El uso de máscaras ya se ha vuelto a imponer en los aeropuertos, los cruces fronterizos y las instalaciones médicas.
La rápida acción de Bennett muestra que Israel aprendió la lección tras la devastadora reapertura de su economía después de su primer confinamiento, bajo el entonces primer ministro, Benjamin Netanyahu. La reducción del número de casos relajó las medidas de precaución, lo que provocó que los contagios se dispararan a más de 11 mil por día. Posteriormente el país logró controlar la pandemia, pero no sin antes imponer una serie de cuarentenas e implementar la campaña de vacunación más agresiva contra el virus.
MF CP
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