Aberdeen Standard Investments, que recién el mes pasado compraba acciones estadounidenses, recomienda esperar a que pase esta tormenta y haya más claridad antes de volver a ingresar al mercado.
"En este momento, personalmente seré paciente", dijo por teléfono Ken Adams, jefe de asignación de activos tácticos de Aberdeen. "Esta volatilidad crea algunas oportunidades, pero este no es el punto en el ciclo en el que estaríamos expuestos al riesgo máximo de las acciones".
La firma de gestión de activos, que supervisa unos US$735.000 millones, compró acciones estadounidenses en noviembre después de la liquidación de octubre, luego tomó ganancias "hace unos días" y las colocó en efectivo, señaló Adams. Aberdeen está diversificando su estrategia de capitales manteniendo bonos del Tesoro de Estados Unidos, yenes japoneses y siendo negativo en los diferenciales de crédito de grado de inversión, sostuvo.
La reanudación del desplome de las acciones globales esta semana tomó a muchos inversionistas por sorpresa, quienes se esforzaron por explicar los violentos movimientos de los índices, que vieron al S&P 500 perder un 3,2 por ciento en un día y a las acciones europeas caer a un mínimo de dos años.
Este no es un comportamiento inusual del mercado en la fase final del ciclo de crecimiento, señaló Adams, ya que los operadores están preocupados por la sostenibilidad de la expansión económica y la dinámica del comercio global.
“Si no crees que este es el comienzo de una recesión global, entonces me sentiría cómodo comprando algunas acciones", señaló. Pero Adams advirtió que puede que no sean retornos significativos porque "el inversionista minorista tal vez no está en una posición para aprovechar la volatilidad del mercado".