Con 61.000 personas fallecidas por covid-19, el precio que ya ha pagado Colombia durante la pandemia es alto. Ahora, la nación sudamericana enfrenta otro costo: alrededor de US$850 millones para inmunizar a su población.
Sudáfrica, Colombia y otros países de ingresos medios afectados por el covid se han alineado detrás de los más ricos para comprar vacunas con la esperanza de evitar más sufrimiento. Han buscado las dosis más baratas de AstraZeneca Plc, así como vacunas mucho más caras como la de Moderna Inc.
Con un presupuesto anual de salud de solo US$10.000 millones para alrededor de 50 millones de habitantes, Colombia es uno de los muchos países que luchan por pagar las vacunas. Los promotores de la salud han dicho que las farmacéuticas tienen ventaja a la hora de negociar con Gobiernos que cuentan con recursos limitados y no cumplen con los requisitos para recibir dosis gratuitas. Los detalles que surgen muestran la magnitud.
Al carecer de los medios y la capacidad de producción de naciones ricas como Estados Unidos y Gran Bretaña, los países de ingresos medios necesitan con urgencia vacunas para reactivar sus economías y escapar de la pandemia, pero deben hacerlo con un gasto en salud que se ha estrechado durante años.
Países como Colombia “están contra la pared”, dijo Carolina Gómez, cofundadora de un grupo de defensa en la Universidad Nacional de Colombia que trabaja para garantizar el acceso a medicamentos y tecnología sanitaria. “No tienen más remedio que someterse a lo que dicen las empresas”.
“Mayor desequilibrio”.
El mecanismo Covax, un programa que tiene como objetivo garantizar el acceso equitativo a las vacunas en todos los rincones del mundo, está ayudando a muchos países pobres a obtener vacunas mediante el suministro de dosis financiadas por donantes. Pero no puede cubrir los costos de países como Colombia ni proporcionar lo suficiente para proteger a la mayor parte de la población de un país.
Por ello, Colombia ha realizado acuerdos directos con Pfizer Inc., Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson y Sinovac Biotech Ltd. para las dosis necesarias para complementar las compras a través del mecanismo Covax. El país acordó comprar 10 millones de dosis a los socios Pfizer y BioNTech SE a US$12 cada una, según muestran documentos regulatorios.
Mientras tanto, el Gobierno pagará alrededor de US$295 millones por 10 millones de dosis de Moderna, según documentos del Ministerio de Hacienda referidos por investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Eso equivale a casi US$30 por dosis, aunque puede incluir gastos de logística. El costo de 20 millones de dosis a través del mecanismo Covax asciende a aproximadamente US$225 millones. Las cifras consideran algunos costos de transporte. Funcionarios declinaron entregar más detalles.
Los países de ingresos altos y medios pagarán más que las naciones de bajos ingresos por la vacuna de Pfizer, pero con un descuento significativo de los “valores de referencia normales” durante la pandemia, señaló la compañía. Pfizer dijo que no lucrará de los suministros a los países más pobres. Moderna no respondió a solicitudes de comentarios.
Colombia ha informado 2,3 millones de casos de covid, o alrededor de dos de cada 100 en todo el mundo. Restricciones más estrictas en las principales ciudades, motivadas por el aumento de los contagios a principios de año, han dificultado la recuperación de la mayor contracción económica en su historia, y el Gobierno está planeando aumentar los impuestos y recortar los gastos.
Las naciones de ingresos medios enfrentan “un dilema particular”, dijo Anna Bezruki, investigadora del Centro de Salud Global del Instituto de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo en Ginebra. Con el gasto en vacunas, “se está tomando una gran porción del pastel” que podría haberse destinado a otras prioridades de salud, señaló.
Varios de esos Gobiernos, incluidos países latinoamericanos como Argentina y Perú, son especialmente vulnerables, dijo Thomas Bollyky, director del programa de salud global del Council on Foreing Relations (CFR). Las naciones de ingresos medios, excluida China, representaron casi la mitad de la carga global de casos de coronavirus el mes pasado, pero solo el 17% de las dosis de vacunas administradas, según un informe de la iniciativa Think Global Health del CFR.
“Es en los países de ingresos medios donde se observa el mayor desequilibrio entre una pandemia en expansión y la escasez de vacunas”, dijo Bollyky. “Distribuir diferentes cantidades de vacunas en diferentes lugares no es necesariamente injusto, siempre que vayan a donde puedan beneficiar más y donde la crisis sea mayor, pero eso no es lo que parece estar sucediendo”.
Sudáfrica.
AstraZeneca y su socia, la Universidad de Oxford, se han convertido en proveedores clave para los países de bajos ingresos y se han comprometido a no lucrar de ellos. Sin embargo, la vacuna ha enfrentado cuestionamientos en materia de seguridad y eficacia, los más recientes, cuando varios países de la Unión Europea suspendieron su uso debido a preocupaciones relacionadas con el posible riesgo de coágulos de sangre. AstraZeneca dijo que el análisis de millones de registros no ha mostrado evidencia de un mayor riesgo, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha respaldado la vacuna.
Sudáfrica, que presupuestó hasta 19.300 millones de rand (US$1.300 millones) para vacunar a dos tercios de su población, enfrentó un dilema similar. Después de que un pequeño estudio indicara que la vacuna de AstraZeneca ofrecía una protección mínima contra la enfermedad leve a moderada causada por una nueva variante, tuvo que cambiar de rumbo.
El Gobierno acordó comprar tanto la vacuna de una sola dosis de Johnson & Johnson como la de dos dosis de Pfizer-BioNTech a US$10 cada una, según el departamento de salud de la nación. Comprometió US$5,25 por dosis para la vacuna de AstraZeneca producida por el Serum Institute of India Ltd. Moderna ofreció vacunas a entre US$30 y US$42 por dosis, pero Sudáfrica no ha anunciado ningún pedido.
“Precios exorbitantes”.
Los gastos para un país como Sudáfrica o Colombia pueden no parecer un precio enorme en comparación con el tamaño de sus economías y el costo general de la pandemia, pero están agravando los problemas de estos Gobiernos.
Estos pagos se extienden por todo el mundo. En otro ejemplo, Malasia estimó el costo en vacuna en alrededor de 3.000 millones de ringit (US$730 millones). El presupuesto para 2021 del ministerio de salud es de menos de US$8.000 millones para su población de aproximadamente 33 millones.
Esos acuerdos están contribuyendo a cuantiosas ventas para Moderna y Pfizer. Moderna informó que ha firmado acuerdos de compra anticipados por más de US$18.000 millones para suministros que se entregarán este año, mientras que Pfizer proyectó cerca de US$15.000 millones en ingresos este año por su vacuna con BioNTech.
Las tarifas que están pagando algunos países de bajos ingresos por las vacunas son “desmesuradas”, dijo Lawrence Gostin, profesor de derecho de la salud global en la Universidad de Georgetown, y las calificó de “precios exorbitantes, para un producto que necesitan desesperadamente para la recuperación de sus propias economías”.
El mecanismo Covax, el esfuerzo de vacunación liderado por grupos que incluyen a la OMS, solo resuelve parte del problema. La iniciativa apunta a proteger al menos a una quinta parte de cada población participante para fines de 2021, y decenas de países, incluidos Colombia y Sudáfrica, deben pagar las vacunas que reciben a través del programa.
Los países que realizan compras a través del mecanismo Covax se comprometieron a un precio promedio estimado de US$10,55 por dosis, según muestran documentos. Las negociaciones sobre los contratos están en curso, y Covax tiene como objetivo lograr precios similares o más bajos que los que obtienen los países individuales en acuerdos directos con empresas, según la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (Gavi, por sus siglas en inglés), otro de sus patrocinadores.
Si bien Covax es un “logro significativo”, ha lidiado con fondos insuficientes y restricciones en la cantidad de dosis disponibles, dijo Bollyky del Council on Foreing Relations.
HV