Los miembros del Parlamento británico se están preparando para tomar el control del proceso del brexit, utilizando herramientas y maniobras oscuras para conseguirlo. Si bien el martes el foco de atención en el Parlamento será la votación sobre si los ministros están en desacato por negarse a publicar el asesoramiento legal, una votación más tarde podría ser más importante para la forma en que Gran Bretaña abandone la Unión Europea.
El rebelde conservador Dominic Grieve ha propuesto una enmienda que significaría que si, como todos esperan, se rechaza el acuerdo de la primera ministra Theresa May, el Parlamento podrá votar sobre lo que debería suceder a continuación.
Si el acuerdo fracasa, May tiene que presentar un plan alternativo. Al Parlamento se le ha prometido un debate, pero no una votación, sobre el nuevo plan probablemente en enero. Grieve, de postura anti-brexit, propone que se enmiende la moción de ese debate, lo que significa que podría haber propuestas alternativas y votaciones sobre ellas.
Cuando los políticos afirman –como lo hizo recientemente la secretaria de Pensiones Amber Rudd– que el Parlamento no permitiría un brexit sin acuerdo, la respuesta ha sido "¿cómo lo detendrá?". Esta semana estamos viendo parte de la respuesta. Los ministros se enfrentan a una votación sin precedentes sobre si están en desacato en el Parlamento. Los miembros están maniobrando para darse más acceso a las palancas de poder. Políticos veteranos como Grieve, quien inicialmente lideró la campaña para asegurarse de que el Parlamento pudiera votar el acuerdo del brexit, están usando sus habilidades de larga trayectoria como abogados y parlamentarios para liderar el camino.
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