Las negociaciones para nuevos pedidos de carne brasileña por parte de compradores chinos se han suspendido desde el descanso del Año Nuevo Lunar, nublando las perspectivas de demanda del principal comprador de alimentos del mundo a medida que se propaga el coronavirus.
Los importadores chinos habían estado renegociando contratos de carne con exportadores sudamericanos. Pero esas conversaciones cesaron el 25 de enero y no se han reanudado, según personas con conocimiento del asunto, que pidieron que no se revelara su identidad porque las conversaciones son privadas. Los envíos de carne de vaca brasileña comprados previamente no han sufrido un impacto, añadieron.
La situación es similar para el pollo y el cerdo, según Ricardo Santin, jefe del grupo industrial ABPA. En gran medida, los nuevos pedidos se han suspendido mientras que los envíos se procesan con normalidad, aunque se esperan algunos retrasos debido a las medidas para limitar la propagación de la enfermedad, señaló.
Los procesadores de carne brasileños esperan una mayor claridad sobre el impacto del coronavirus a la demanda en la semana que comienza el 17 de febrero, cuando todas las provincias deberían reanudar las actividades tras el período ampliado de vacaciones. La visión a largo plazo sigue siendo positiva dado que China todavía tiene que llenar el vacío de proteínas que deja la peste porcina africana.
“Los retrasos son normales considerando la gravedad de la situación”, dijo Santin. “Las ventas a China pueden retrasarse ante el impacto del coronavirus a corto plazo, pero deberían comprar incluso más posteriormente”.