Estaba en medio de una diligencia esencial. Dentro del edificio, la gente se empujaba; nadie estaba a un metro de distancia, no había distanciamiento social. No podía escapar, no podía salir. Era aterrador.
Entonces se despertó.
El hombre que me contó su pesadilla no es el único que ha soñado con la plaga. Yo también, solo que mis sueños son menos literales: me persigue algo aterrador y sin forma, o camino por la oficina en bata a varios pasos de donde tengo que estar. Cuando llego a alguna parte, ya es tarde. Cuando me despierto, los detalles se desvanecen, pero la sensación permanece: un enorme temor de que todo está fuera de control y nada de lo que haga será suficiente.
Usted también puede haber tenido sueños inusuales últimamente. Y no son solo pesadillas. En tiempos estresantes, incluso los sueños habituales pueden volverse inusualmente vívidos. Mi esposo sigue soñando con su río para pescar, el lugar que más extraña en estos tiempos de encierro.
Los investigadores llevan mucho tiempo confundidos y fascinados por los sueños. ¿Cuál es su propósito neurológico, si es que lo hay? ¿Cómo afecta el estrés nuestros sueños?
Una teoría es que los sueños son una manera en que el cerebro asimila los eventos del día, purga los recuerdos a corto plazo y consolida la información útil. Un sueño de calidad nos ayuda a resolver problemas y tomar mejores decisiones, y los sueños pueden apoyar ese proceso sintetizando la información y limpiando el desorden mental.
El sueño es un estado único que tal vez nos permite "reprocesar los recuerdos perturbadores en un entorno más seguro y calmado", escribe Matthew Walker, profesor de psicología y neurociencias de la Universidad de California en Berkeley y director de Center for Human Sleep Science (Centro para la Ciencia del Sueño Humano). Cuando nos despertamos, tenemos menos reacciones emocionales, y tal vez algunos sentimientos difíciles pierdan algo de fuerza.
Otra idea es que los sueños ayudan de alguna manera a resolver problemas. Un estudio llevado a cabo por Walker descubrió que las personas que eran despertadas cuando estaban soñando resolvían problemas de formas más creativas que las que eran despertadas en otros ciclos del sueño, y había mayores probabilidades de que dijeran que la solución se les había aparecido instantáneamente. Cualquiera que se haya despertado con la respuesta absolutamente clara a un asunto que parecía imposible sabe lo que se siente. Esa es una de las razones por las que aconsejamos a un amigo frente a una decisión difícil que lo "consulte con la almohada".
Soñar sobre el problema específico que está intentando resolver puede ser particularmente útil. Un estudio sobre personas que soñaron resolver un laberinto en el que estaban trabajando demostró que se volvían 10 veces mejores que los que no soñaron con eso. Infortunadamente, no hay garantía de éxito: empecé a soñar todas las noches que resolvía problemas de precálculo cuando estaba a punto de reprobar esa materia. No mejoré mientras estaba despierta.
Tal vez, esa función de resolución de problemas explique en parte por qué tenemos sueños de ansiedad. El neurocientífico sueco Antti Revonsuo cree que estos sueños nos ayudan a mantenernos alerta sobre peligros potenciales en el futuro: si soñamos que estamos atrapados entre una multitud en medio de una pandemia global, tal vez nuestro cerebro nos está dando una oportunidad de ensayar. Hay más investigación que parece apoyar esta idea: un estudio de aspirantes al examen de la Sorbona, por ejemplo, halló que quienes tuvieron sueños de ansiedad la noche previa al examen tuvieron un desempeño significativamente mejor, por un promedio de medio punto en una escala de siete puntos.
No obstante, aunque los sueños de ansiedad tengan un propósito, no son divertidos. Además, si interrumpen nuestro sueño, nos producen más ansiedad: una noche sin sueño puede disparar la ansiedad en un 30%, de acuerdo con un estudio de 2019. Puede que pensemos que estamos muy nerviosos para dormir, pero en realidad, podría ser la falta de sueño la que nos pone nerviosos.
Existen varios pasos que puede seguir para tener un sueño más consistente: uno de ellos es simplemente tener un horario de sueño fijo para usted y sus hijos. Muchos expertos en sueño recomiendan bloquear la última hora del día para calmarnos; usar este tiempo para escuchar música relajante o leer una novela entretenida, en lugar de quedar atrapados en las últimas noticias. Tanto la cafeína como el alcohol pueden interferir con el sueño, así que cuidado. Incluso si está trabajando desde casa, evite al máximo trabajar en el dormitorio.
Y recuerde: si sus sueños son oscuros, simplemente es la manera en que su mente lidia con la situación.