Chile desplegará sus Fuerzas Armadas en el sur del país para controlar un aumento de los ataques incendiarios contra la infraestructura forestal y de transporte, y en medio de una serie de enfrentamientos entre la policía y los grupos a favor de los derechos indígenas.
El presidente Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia en cuatro provincias: Bío Bío, Arauco, Malleco y Cautín, las cuales han sido el centro de los ataques. La medida permite el despliegue de las Fuerzas Armadas en la zona durante 15 días para ayudar a la policía local. La medida posteriormente puede ser prorrogada.
Entre 2016 y el primer semestre de 2021 hubo alrededor de 550 ataques en la región, según un análisis de querellas presentado por el periódico La Tercera. Muchos fueron adjudicados por grupos que apoyan al pueblo mapuche.
Los mapuches exigen la devolución de sus tierras ancestrales tomadas en una serie de operativos militares a fines del siglo XIX, que algunos grupos califican como genocidio.
Mientras los mapuches intensifican su campaña por la autonomía y la tierra, grupos de camioneros han bloqueado carreteras en los últimos días exigiendo condiciones de trabajo más seguras en la región.
“Estos actos de violencia comprometen el orden público, el estado de derecho y afectan la convivencia pacífica”, dijo Piñera en un acto televisado. “Los habitantes de estos territorios viven con constante temor y con una profunda sensación de indefensión”.
JFG