Ofo Inc., pionera en el auge de las bicicletas compartidas en China, consideró tirar la toalla y declararse en bancarrota en lo que habría sido el mayor fracaso de una startup del país en años.
Su máximo ejecutivo, Dai Wei, expuso los desafíos de la compañía en una apasionada carta a los empleados enviada el miércoles, donde mencionó desde clientes que buscan reembolsos de depósitos hasta proveedores que exigen facturas impagas. Aunque el directivo de 28 años llegó a considerar pedir la quiebra tras malinterpretar el ambiente del mercado, en la carta sugiere que tal medida ya no era una opción.
La conmovedora misiva de Dai culmina un año horrible para una startup que personificaba la potencia de la escena tecnológica china y recaudó más de US$2.000 millones en financiación de inversores. Con el respaldo de algunos de los gigantes tecnológicos más grandes del país, desde Alibaba Group Holding Ltd. hasta Didi Chuxing, Ofo ayudó a marcar tendencia con bicicletas compartidas sin estaciones desde Pekín hasta París. La compañía de cuatro años de antigüedad, que, según se dijo, apuntaba a una tasación de US$3.000 millones en su mejor momento, llegó a procesar más de 25 millones de viajes en bicicleta al día y planeaba abarcar capitales globales desde Londres hasta Moscú.
Pero también llegó a simbolizar los excesos de la industria. Junto con su archirrival Mobike, las bicicletas de color amarillo canario de Ofo se amontonaron en los depósitos de chatarra de toda China en tanto decenas de competidores se lanzaron a la refriega, lo que provocó una guerra de precios y un exceso de oferta que acabaron con casi todos los operadores.
“En el último semestre, gracias al flujo de efectivo y las presiones de los medios, nos hemos esforzado sin recompensa. Esto es especialmente cierto dado que la compañía no pudo recaudar más fondos”, dijo Dai en un memo que compartió un representante de la empresa. "Evalué innumerables veces usar todo nuestro capital operativo para pagar a los clientes y proveedores, incluso escindir la empresa y declarar la quiebra. Así, nadie tendría que soportar esta enorme carga".
Proyecto experimental
Dai no dio detalles sobre cómo Ofo juzgó mal el mercado, pero la compañía dijo que prevé retirarse de varias ciudades en el extranjero. Los fuertes descuentos y la necesidad de saturar las grandes ciudades con bicicletas disponibles tuvieron un costo: en el apogeo del auge de compartir los rodados, el fabricante local Shanghai Phoenix reveló un acuerdo para suministrar a Ofo al menos 5 millones de bicicletas.
La misma compañía dijo en septiembre que había demandado a Ofo por facturas impagas con un valor de 68 millones de yuanes. Mucho antes, los observadores señalaron fallas del modelo del sector además de sus descuentos insostenibles. Las bicicletas suelen ser blanco fácil de ladrones y vándalos y requieren muchísima mano de obra para su mantenimiento y redistribución.
Por ahora, Ofo tiene toda la intención de seguir adelante. En su breve memorándum, Dai exhortó a sus trabajadores a ponerle el pecho a los problemas de la compañía, mientras que reconoció la inmensa presión que está sufriendo la startup.
"Cada vez que pienso en rendirme, veo a los clientes de Ofo pasar por la calle camino al trabajo o tomando nuestras pequeñas bicicletas amarillas", escribió. "Entonces me digo a mí mismo, y quiero decirle a cada persona de Ofo, que donde hay vida, hay esperanza".