Canadá y Estados Unidos están trabajando en planes ambientales conjuntos que podrían apuntar a países con leyes ambientales más débiles, dijo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El líder de Canadá dijo en una entrevista con Bloomberg News que los planes de su país para profundizar la cooperación medioambiental con EE.UU. incluirán políticas complementarias que tengan “en cuenta las emisiones de los competidores industriales de todo el mundo”.
Algunos países “están produciendo sin tener el mismo tipo de liderazgo sobre el cambio climático que EE.UU. está implementando y que ya tenemos”, dijo Trudeau en la entrevista telefónica el miércoles, un día después de una reunión bilateral con el presidente de EE.UU., Joe Biden, y funcionarios clave. “Ese nivel de transparencia y responsabilidad es algo que estamos buscando concretamente para avanzar”.
El comentario de Trudeau ilustra hasta qué punto la idea de penalizar a los países con altas emisiones, tal vez con impuestos al carbono sobre sus exportaciones, ha avanzado en los últimos meses entre las principales economías que intensifican los esfuerzos para frenar la contaminación. Tales gravámenes podrían aliviar algunas de las preocupaciones de competitividad y la reacción política, asociadas con las nuevas regulaciones y leyes ambientales.
Trudeau no mencionó específicamente en la entrevista la idea de un impuesto al carbono en frontera, aparte de decir que se revelarán más detalles en los próximos meses, antes de una cumbre ambiental que la Casa Blanca está planeando para abril.
Su encargada de comercio, Mary Ng, dijo a principios de este mes que el Gobierno canadiense está “trabajando” en la idea, como parte de esfuerzos más amplios para encontrar áreas donde se alineen los objetivos económicos y ambientales. Un funcionario del Gobierno canadiense dijo que se están estudiando varias medidas en todo el mundo, y que los ajustes de carbono son solo una de las herramientas existentes.
Gravar los bienes de países con leyes ambientales más laxas ha ganado el apoyo del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, quien se espera que utilice la presidencia del Grupo de los Siete de su país este año para obtener apoyo para los llamados ajustes de carbono en frontera. La comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo respaldó una resolución a principios de este mes que insta a la Comisión Europea a poner un precio a las emisiones de los productos importados para 2023.
Biden ha prometido medidas agresivas para combatir el cambio climático y, durante la campaña presidencial, manifestó su apoyo a los aranceles o cuotas de carbono que elevarían el precio de los productos importados de países con controles ambientales laxos.
Sin embargo, no está claro si un impuesto al carbono sobre las importaciones cumpliría con las reglas de la Organización Mundial del Comercio sin un impuesto interno similar.
Para Trudeau, presionar agresivamente en favor del medio ambiente proporciona cierta defensa contra los ataques al historial ambiental de su país, que se complica por la gran industria petrolera y de gas de Canadá.
En la entrevista, Trudeau dijo que Biden no cambiará de opinión sobre el gasoducto Keystone XL, pero que Canadá se centra en otros problemas de energía con EE.UU., incluida la forma en que los dos países pueden trabajar juntos para construir una red eléctrica más limpia, una clave para cumplir con las metas de emisiones para 2030, dijo.
HV