Los precios al productor en Estados Unidos registraron una sorpresiva caída en febrero, tras las revisiones a la baja del mes anterior, lo que apunta a una disminución de las presiones de costos en sectores de una economía que sigue luchando contra la mayor inflación en una generación.
El índice de precios al productor para la demanda final descendió un 0,1% respecto al mes anterior y aumentó un 4,6% frente al mismo período del año pasado, según datos publicados el miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales. Si se excluyen los componente volátiles de los alimentos y la energía, el llamado IPP subyacente se mantuvo sin cambios respecto a enero.
La caída del IPP reflejó disminuciones tanto en bienes como en servicios. No obstante, más del 80% del retroceso de las mercancías puede atribuirse a la disminución del costo de los huevos, según la agencia. Los precios de los servicios se vieron frenados por la venta al por mayor de maquinaria y vehículos.
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Los datos se conocen justo un día después de que el índice de precios al consumidor mostró una inflación generalizada y persistente, impulsada por la fortaleza del mercado laboral. El IPP, que es una medida de los precios mayoristas, se ha desacelerado significativamente en términos interanuales debido a la mejora de las cadenas de suministro y a caídas en los precios de muchas materias primas.
Junto con el IPC del martes y las turbulencias en el sector bancario, los datos presentan un panorama complicado para los responsables de la Reserva Federal, que están deliberando si prolongar las subidas de los tasas de interés en la reunión de la semana que viene.
La mediana de las estimaciones de una encuesta de Bloomberg entre economistas preveía que el IPP general aumentara un 0,3% respecto al mes anterior y que el índice subyacente subiera un 0,4%.
