El gran avance en las conversaciones de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, luego de 20 años de esfuerzos frustrados, es un enorme impulso para los presidentes de las dos naciones más grandes de América del Sur, que luchan contra perspectivas económicas sombrías.
Las negociaciones entre la UE y el bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay allanaron el camino para un acuerdo que amplíe los envíos de bienes por valor de casi US$102.000 millones al año. El presidente argentino, Mauricio Macri, compartió el audio de su ministro de Relaciones Exteriores llorando de alegría mientras le daba la noticia del avance. El presidente Jair Bolsonaro publicó una serie de tuits en los que celebraba el acuerdo "histórico". "¡Gran día!", tuiteó, junto con un emoji de aprobación.
Para los líderes europeos, el acuerdo representa un gran impulso para una agenda global de libre comercio en medio del proteccionismo en aumento promovido por el presidente Donald Trump; para los presidentes de América del Sur, el triunfo es más visceral. Macri se enfrenta a una dura campaña de reelección en medio de una segunda recesión en cuatro años, mientras que las calificaciones en las encuestas de Bolsonaro están bajando a solo seis meses de asumir como presidente, ya que las previsiones de crecimiento caen y el desempleo sigue en alza.
Acuerdo Mercosur-Unión Europea: las mejoras económicas que vaticinan los socios de Argentina
"Es un antes y un después para Argentina", dijo en una entrevista Horacio Reyser, secretario de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y principal negociador del país en este acuerdo. “Solo tenemos acuerdos comerciales con 10% del PBI mundial. Esto nos lleva a 30% del PBI mundial. Nuestra economía crecerá más rápido".
Un comunicado de prensa publicado por el Ministerio de Economía de Brasil dijo que el acuerdo daría como resultado un aumento en el PIB del país de US$87.500 millones en los próximos 15 años, una cifra que podría aumentar a US$125.000 millones.
El acuerdo también llega en un buen momento para el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, cuyo partido gobernante de izquierda, Frente Amplio, enfrenta su prueba electoral más dura en las elecciones generales de octubre desde que llegó al poder en 2005.
El acuerdo que cambia la historia del Mercosur
Las negociaciones Mercosur-UE contaron con el apoyo total de los gobiernos paraguayos del presidente Mario Abdo Benítez y su predecesor, también del gobernante Partido de Colorado, Horacio Cartes.
PRÓXIMOS PASOS
Si bien los sudamericanos creen que habrá un impulso inmediato a la inversión después del avance, el acuerdo real no entrará en vigencia hasta que se ratifique en los congresos de los países participantes.
Reyser estima que puede tomar entre dos y tres años para que todo el acuerdo sea aprobado en todos los niveles del parlamento argentino. En Brasil, el acuerdo requiere una mayoría simple para pasar tanto en la Cámara baja como en el Senado. Los legisladores no están autorizados a cambiar una sola línea. Una vez votado, el último arancel expirará después de 15 años.
Cuáles son los países que integran el bloque Mercosur-Unión Europea
Los grupos empresariales se apresuraron a celebrar el trato. Gustavo Idigoras, jefe de la cámara argentina de exportación de cultivos, Ciara-Cec, dijo que tiene un impacto "muy significativo" para Argentina y Mercosur. Se espera que las exportaciones de aceite de soja y girasol comestible y embotellado aumenten.
La Confederación Nacional de la Industria de Brasil dijo que el acuerdo fue el más importante jamás firmado por la mayor economía de América Latina. "Este acuerdo podría representar el pasaporte de Brasil para ingresar a la liga de las grandes economías en el comercio internacional", dijo Robson Braga de Andrade, presidente de la CNI.
