El propietario de Zara, el grupo español Inditex SA, está comenzando la temporada de compras navideñas resistiéndose a la presión para reducir precios, lo que ha aumentado el temor a que la cadena de indumentaria pueda tener dificultades para alcanzar su objetivo de ventas.
La política favoreció un repunte de la rentabilidad desde un mínimo de diez años en 2017, pero está dificultando el logro de su objetivo de ventas para el segundo semestre tras un resbalón inducido por condiciones climáticas atípicas en septiembre. Las acciones llegaron a caer un 5,8 por ciento.
Su competidor sueco, Hennes & Mauritz AB, está vendiendo suéteres por tan solo US$9,99 esta semana a fin de reducir el inventario récord de prendas sin vender. Las ventas de Inditex sufrieron el impacto de un mes de septiembre inusualmente cálido, por lo que le resultará un poco más difícil alcanzar su objetivo de crecimiento para la segunda mitad, dijo Anne Critchlow, analista de Société Générale. Critchlow dijo que el propietario de Zara necesita un crecimiento del 7 por ciento en el trimestre de la temporada navideña para alcanzar su objetivo, de entre el 4 por ciento y el 6 por ciento.
Zara busca vender en todo el mundo ante avance de Amazon
El margen bruto se amplió medio punto porcentual al 58 por ciento. Un euro más fuerte también ha reducido los costes de compras de prendas de Asia, lo que favorece la rentabilidad, pero a la vez erosiona los ingresos fuera de Europa.
La ganancia operativa aumentó un 3 por ciento a 3.100 millones de euros (US$3.500 millones) en el período de nueve meses, igualando las estimaciones de los analistas.