Río de Janeiro canceló los desfiles callejeros de su carnaval de renombre mundial por segundo año consecutivo debido a que una nueva ola de infecciones por covid se extiende por la ciudad brasileña.
El alcalde, Eduardo Paes, anunció el martes por la noche después de reunirse con funcionarios de salud que un reciente aumento de los casos de covid, probablemente relacionado con la variante ómicron, lo obligó a prohibir las celebraciones callejeras, que atraen a cientos de miles de asistentes a la fiesta cada año.
“El carnaval callejero, por su propia naturaleza, por el aspecto democrático que tiene, imposibilita el ejercicio de ningún tipo de fiscalización”, dijo Paes en una transmisión web.
Sin embargo, a diferencia del año pasado, el alcalde dijo que se realizarían desfiles de escuelas de samba en el Sambódromo Marqués de Sapucai de la ciudad, donde los espectadores observarán desde las gradas.
Después de una relativa pausa de los contagios, los funcionarios de salud brasileños están comenzando a activar las alarmas nuevamente a medida que la variante ómicron y la influenza se propagan por las grandes ciudades. En Río de Janeiro, el número de casos positivos confirmados de covid aumentó de aproximadamente 1% a principios de diciembre a casi 13% a fines de mes, según datos de la ciudad.
Otras grandes ciudades brasileñas están frustrando los planes del carnaval a raíz de la última oleada pandémica. São Paulo, la metrópolis más grande del país, está considerando transferir los desfiles callejeros al circuito de Fórmula Uno de Interlagos de la ciudad, según el diario Folha do São Paulo. La ciudad nororiental de Salvador anunció que cancelaría los desfiles callejeros, mientras que Belo Horizonte, la capital del estado de Minas de Gerais, dijo que no patrocinaría las celebraciones este año.
