La máxima responsable de International Business Machines Corp. Ginni Rometty ha apostado su legado a una adquisición de US$33.000 millones para salvar a la centenaria empresa de la irrelevancia en un negocio liderado por gigantes tecnológicos más jóvenes como Amazon.com Inc.
A través de la segunda mayor operación de la historia de la industria, IBM comprará Red Hat Inc., empresa de venta de software y servicios basados en el sistema operativo de código abierto Linux. La medida implica un reconocimiento de que la actual estrategia de nube de IBM no está funcionando… y algunos analistas dudan de que Red Hat sea la solución.
“Esto no cambia las cosas del modo que Ginni ha dicho”, señaló Lydia Leong, analista de la firma de investigación Gartner Inc.
El lunes las acciones de IBM cayeron 4,1 por ciento a US$119,64, el precio de cierre más bajo desde comienzos de 2016. Las acciones de Red Hat terminaron el día más de 10 por ciento por debajo del precio de adquisición de US$190 por acción, lo que indica que algunos inversores son escépticos con respecto a que se concrete la transacción. La adquisición, financiada en gran parte por deuda, ya llevó a que S&P Global Ratings rebajara la calificación crediticia de IBM.
El lunes las acciones de IBM cayeron 4,1 por ciento a US$119,64, el precio de cierre más bajo desde comienzos de 2016
Red Hat mejorará los márgenes de ganancias de IBM e introduce a la compañía más profundamente en un sector emergente del negocio conocido como nube híbrida. Pero la operación no hará de IBM un actor dominante en la nube pública: el lucrativo negocio de hacer correr software por internet en centros de datos remotos en lugar de en las propias computadoras de una compañía, dijo Leong.
El mercado de la nube pública crecerá de US$30.000 millones el año pasado a US$83.500 millones para 2021, según Gartner. IBM en gran parte quedó fuera de esa revolución durante la gestión del antecesor de Rometty, Sam Palmisano, que rechazó la estrategia de Amazon de realizar fuertes inversiones en gigantescos centros de datos para gestionar las tareas de computación de otras empresas. Rometty trató de abrirse camino en ese mercado con la adquisición de SoftLayer Technologies Inc. por US$2.000 millones en 2013, pero para entonces Amazon, Microsoft Corp. e incluso Google ya le habían sacado ventaja.
“Una de las conclusiones más importantes de la adquisición de Red Hat es el reconocimiento de que las iniciativas de IBM con respecto a la nube pública en la práctica están muertas”, escribió el analista de tecnología Ben Thompson en su blog Stratechery.
Tener grandes centros de datos para distribuir el costo de gestionar enormes cantidades de datos y cargas de trabajo de cómputo es uno de los elementos más importantes de la computación en la nube, y Red Hat no brinda eso, según Timothy Horan, analista de Oppenheimer & Co. “Tienen un largo camino por recorrer antes de poder competir con Microsoft y Amazon en la nube”, escribió en una nota a los inversores.
Red Hat en cambio da a Rometty la oportunidad de participar en la próxima ola: la nube híbrida. En ella, las compañías hacen correr programas de software y almacenan datos en una combinación de servidores propios y servicios de nube pública. IBM y Red Hat aspiran a supervisar esta actividad para grandes organizaciones que no quieren tercerizar el trabajo a Amazon, Microsoft o Google. Red Hat ya opera con éxito en este sector.