El líder socialista de España, Pedro Sánchez, ganó el martes en la más estrecha de las victorias en el Parlamento para asumir su segundo período como presidente del Gobierno con el respaldo del partido antiausteridad Podemos y un grupo separatista catalán.
Sánchez, de 47 años, fue reelegido por 167 votos a favor y 165 en contra, con lo que ganó una decisiva segunda vuelta de votaciones. El presidente reelecto no alcanzó la mayoría absoluta que necesitaba en la primera votación celebrada el domingo. Esa estrecha victoria, que se logró gracias a 18 abstenciones, incluidas 13 del partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya, pone de relieve la dificultad que enfrentará Sánchez para alcanzar la aprobación de la larga lista de legislaciones que su coalición prometió a su electorado.
“Los españoles y las españolas han cumplido con su obligación de votar cinco veces en un año”, dijo Sánchez el martes en un discurso ante el Parlamento, y agregó que su obligación es entregarles aquello por lo que votaron: un gobierno.
El resultado le da a Sánchez un mandato para revertir algunas de las políticas que ayudaron a España a salir de una crisis económica hace seis años. El mandatario planea financiar un mayor gasto social con impuestos más altos para las grandes empresas y los españoles de mayores ingresos y para brindar más protección a los trabajadores y un salario mínimo más alto en el primer Gobierno de coalición del país desde antes de la Guerra Civil de 1936-1939.
La primera tarea importante del Gobierno de la minoría será recuperar el tiempo perdido y aprobar el presupuesto para 2020, que está muy atrasado. España ha estado en un estancamiento político durante casi un año después de que los votantes eligieran parlamentos divididos en abril y noviembre. Mientras tanto, los españoles también votaron en elecciones locales, regionales y europeas.
La posibilidad de compartir el poder con Podemos ha preocupado a algunos inversionistas. El partido encabezado por Pablo Iglesias ha presionado por mayores impuestos a los bancos para recuperar parte de los 60.000 millones de euros (US$67.200 millones) que se gastaron en su rescate durante la crisis financiera de Europa. También quiere implementar una mayor regulación del mercado inmobiliario, por ejemplo, la introducción de límites de alquiler.
El espectro político en España también se ha fragmentado cada vez más, lo que dificulta la formación del gobierno y refleja una tendencia que se ha observado en otras partes de Europa. El país celebró cuatro elecciones en igual cantidad de años. Una de las fuerzas más divisivas en el ámbito político del país fue la campaña en 2017 de los nacionalistas catalanes para forzar una separación del resto de España.
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