Shell Plc está retirándose de sus empresas conjuntas en Rusia, incluida una enorme planta de gas natural licuado, ya que la invasión a Ucrania cambia las reglas del compromiso entre las empresas occidentales y Moscú.
Shell, cuya decisión sigue a una iniciativa similar que tomó el domingo BP Plc, dijo que sufriría un deterioro contable como resultado de la medida. Está poniendo fin a las asociaciones con Gazprom, incluida la instalación de gas natural licuado Sakhalin-II, así como su participación en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, que Alemania suspendió a principios de este mes.
“Nuestra decisión de retirarnos es una que tomamos con convicción”, dijo el director ejecutivo, Ben van Beurden. “No podemos, y no lo haremos, quedarnos al margen”.
La medida se produce después de la presión del Gobierno del Reino Unido, que junto con Estados Unidos y otros aliados buscan presionar la economía de Rusia y convencer al presidente, Vladímir Putin, de que su invasión a Ucrania significará la ruina financiera.
Shell no detalló la escala del perjuicio financiero, pero dijo que sus activos no líquidos en empresas rusas ascendían a US$3.000 millones.