Shock industrial de Alemania suscita temor a una recesión

Una drástica caída de la actividad industrial alemana a finales del año pasado ha elevado el riesgo de que la mayor economía de Europa entre en recesión.

La producción cayó un 1,9 por ciento en noviembre respecto a octubre, y registró su peor caída interanual desde el fin de la crisis financiera. Si bien los datos pueden ser volátiles, previamente se registró un declive mayor de lo previsto en los pedidos a fábricas, lo que suscitó temor a una recesión entre inversores y economistas, que ya estaban preocupados por un ritmo global más lento.

Hasta el mes pasado, el banco central de Alemania había recalcado su expectativa de un repunte, basándose en que lo problemas temporales estaban a punto de mitigarse. Ahora parece que superar algunos de esos obstáculos llevará más tiempo. El país registró una contracción de la producción total en el tercer trimestre del año pasado, lo que significa que la economía podría estar en camino de una nueva contracción.

Unos bajos niveles de agua en el río más largo de Alemania, el Rin, han obstaculizado las entregas, mientras que la producción se frenó debido a la temporada de festividades. Asimismo, las dificultades de los fabricantes de automóviles para adaptarse a los nuevos procedimientos de pruebas de emisiones no han desaparecido por completo.

Los economistas siguen teniendo la esperanza de que la situación mejore. ING dice que el consumo privado y público tiene el potencial de compensar las fuerzas de recesión, y que los libros de pedidos son saludables. Commerzbank opina que las cifras de fabricación recientes apuntan a una posible estabilización.

Los economistas en la última encuesta mensual de Bloomberg ven una expansión económica de 1,6 por ciento este año, igualando el ritmo de 2018. El próximo lunes se publicará una nueva encuesta, un día antes de que la oficina de estadísticas de Alemania publique su propia estimación de crecimiento del PIB en 2018.

"Es probable que los fabricantes de automóviles se pongan al día con su producción, la política monetaria del BCE siga siendo favorable a la inversión, y el programa de estímulo económico de China probablemente impulsará la economía local, lo que también beneficiará a la economía alemana", dijo el analista del Commerzbank Marco Wagner.