El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció lo que llamó un plan detallado para la paz en Medio Oriente que proporciona una solución con beneficios mutuos para que Israel, el pueblo palestino y la región sean más seguros, a la vez que evitaba las quejas de que los palestinos ya rechazaron la propuesta y no participaron en la redacción del plan.
Trump dijo el martes que su plan presenta un territorio “contiguo” para un estado palestino una vez que se cumplan las condiciones, incluido el “rechazo del terrorismo”. La propuesta abre una “transición” a una solución de dos estados que deja a Jerusalén como la “capital indivisa” de Israel, dijo Trump y arrancó aplausos de una audiencia que incluía al magnate de los casinos Sheldon Adelson y el secretario de Estado, Michael Pompeo.
“Hoy Israel da un gran paso hacia la paz”, dijo Trump en la Casa Blanca junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. “Mi visión presenta una oportunidad de ganar para ambas partes”. Incluso antes de que surgiera por completo, la propuesta de la administración Trump fue criticada por los palestinos y muchos analistas de Medio Oriente por ser parcial a favor de Israel y, por lo tanto, es poco probable que termine el conflicto centenario.
El plan, elaborado en los últimos tres años por el yerno de Trump, Jared Kushner, le da a los palestinos menos de lo que se les ofreció en planes anteriores que rechazaron, por lo que tiene pocas posibilidades de éxito. Trump ha dicho durante mucho tiempo que el enfoque poco ortodoxo de su administración hacia la paz en Medio Oriente estaba justificado porque muchos esfuerzos anteriores habían fallado. Su esfuerzo ha sido acogido por Netanyahu, quien estaba junto al presidente en la Casa Blanca cuando fue publicado.
“No fui elegido para hacer cosas pequeñas o evitar grandes problemas”, dijo Trump el martes. Sin embargo, los palestinos lo rechazaron a simple vista después de declarar al principio de la presidencia de Trump que Estados Unidos ya no era un mediador honesto en las conversaciones de paz.
Trump previamente rompió con la convención internacional sobre Medio Oriente al trasladar la embajada de EE.UU. de Tel Aviv a Jerusalén, reconocer la soberanía de Israel sobre una parte de los Altos del Golán y proclamar que los asentamientos israelíes en Cisjordania no son necesariamente ilegales, medidas apoyadas por Netanyahu . La administración también cortó la mayor parte de la ayuda estadounidense a los palestinos y cerró la misión diplomática de la Organización para la Liberación de Palestina en Washington.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, debía convocar a líderes palestinos para discutir el plan después de su presentación y publicar una declaración después. Su administración también solicitó una sesión de emergencia de la Liga Árabe en El Cairo el sábado. El anuncio se produce mientras Netanyahu se enfrenta a un peligro político en su país, con tres juicios por corrupción diferentes. Eso ocurre cuando Israel se dirige a una tercera elección en menos de un año a principios de marzo, luego de que dos intentos anteriores no lograran dejar a ningún líder en posición para formar una coalición gobernante.
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