La Comisión Europea recortó sus perspectivas para la economía de la eurozona, y predijo que se verá arrastrada a la baja este año por una caída en Alemania.
La producción en el bloque monetario de 20 naciones aumentará un 0,8% en 2023, en comparación con el pronóstico anterior de un crecimiento de 1,1%, según proyecciones actualizadas publicadas el lunes por la rama ejecutiva de la Unión Europea. Las perspectivas para el año próximo recibieron el mismo recorte, a 1,3%.
La mayor economía de la región tiene gran parte de la culpa. Alemania, que se esperaba que creciera en 2023, enfrenta ahora una contracción de 0,4%.
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Los Países Bajos experimentaron una revisión a la baja aún mayor, de 1,8% a 0,5%. España y Francia, en el otro extremo del espectro, están listas para ayudar a la expansión.
La inflación se mantendrá elevada y no retrocederá al objetivo del Banco Central Europeo, de 2%. Se prevé que este año será de 5,6%, un poco menos de lo estimado anteriormente, pero para 2024, se proyecta que crecerá a 2,9%.
Las nuevas cifras podrían avivar los temores de que la eurozona esté atrapada en un prolongado período de bajo crecimiento e inflación sobre el objetivo.
También podrían ofrecer una probable idea de las propias perspectivas trimestrales del BCE, que se publicarán el jueves y ayudarán a los funcionarios a determinar si extienden o hacen una pausa en su histórica racha de alzas de las tasas de interés.