A partir de la primavera del próximo año, Venecia pondrá a prueba un sistema de venta de entradas para los visitantes de un solo día, que deberán abonar 5 euros para ingresar al entrar al centro histórico de la famosa ciudad italiana. La medida busca reducir el número de turistas en la zona.
La llamativa decisión fue tomada por el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, luego de que la UNESCO sugiriera añadir a Venecia dentro de su lista de sitios del patrimonio mundial en peligro, como consecuencia del impacto que el turismo en masas tuvo en el lugar.
"Es necesario regular los flujos turísticos en determinados períodos, pero eso no significa cerrar la ciudad. Venecia siempre estará abierta a todos", sostuvo el ejecutivo del ayuntamiento veneciano.
Los residentes, viajeros, estudiantes y niños menores de 14 años quedarían exentos de abonar la entrada, al igual que aquellos turistas que permanezcan al menos una noche en la ciudad. Algunos detalles aún no fueron aclarados, cómo, por ejemplo, la cantidad de tickets disponibles por día.
"El objetivo es desalentar el turismo diario en determinadas épocas, en consonancia con la fragilidad y singularidad de la ciudad", remarcó Brugnaro sobre el plan que aún debe recibir la aprobación del consejo municipal, el cual se reunirá para debatir el tema el próximo 12 de septiembre.
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De todas formas, el pasado martes el ejecutivo del consejo pactó una prueba de 30 días, la cual sería distribuida en los días festivos y fines de semana durante la primavera y verano de 2024.
El concejal de turismo de la ciudad Simone Venturini afirmó que Venecia será "pionera a nivel mundial" a partir de la implementación del nuevo sistema de entradas y subrayó que no es un método para aumentar las ganancias, sino que es "un nuevo equilibrio entre los derechos de quienes viven, estudian o trabajan en Venecia y quienes visitan la ciudad".
El objetivo principal de la medida se enfoca en reducir la presión de la gran cantidad de turistas que acuden en masa año tras año para visitar la histórica ciudad italiana. El plan fue pospuesto en varias ocasiones ante el temor de que repercuta en los ingresos de quienes viven de la industria turística.
En este contexto, hace dos años, la ciudad impuso una prohibición a los grandes cruceros en busca de disminuir los daños producidos por las grandes olas que causaban los barcos al llegar al puerto y que estaban erosionando los cimientos de Venecia, al mismo tiempo que dañaban el ecosistema del lugar.
En 1987, Venecia fue incluida por la agencia cultural de las Naciones Unidas a la lista del patrimonio mundial, al ser considerada una "obra maestra arquitectónica extraordinaria". A su vez, la organización advirtió sobre la importancia de tener una "gestión del turismo más sostenible" y el pasado 31 de julio anunció que la ciudad podría sufrir "daños irreversibles" por cuestiones vinculadas a la crisis climática y el turismo en masa.
AS.
LT.
