Las sanciones de EE.UU. a Venezuela y los recortes a la producción de Arabia Saudita se están extendiendo a las costas estadounidenses. Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP, envió solo 415.000 barriles de crudo por día a EE.UU. la semana pasada, igualando el récord más bajo, según datos del gobierno que remontan a 2010. Al mismo tiempo, Venezuela enviaba únicamente 117.000 barriles por día a sus compradores estadounidenses, su nivel más bajo.
En un promedio de cuatro semanas, las importaciones de crudo saudí cayeron a su nivel más bajo desde noviembre de 2017. El reino ha excedido su promesa a la OPEP+ sobre los recortes de producción que comenzaron en enero, y ha indicado públicamente que EE.UU. sería el más afectado por dichas reducciones.
La disminución de las importaciones de Venezuela hasta el punto más bajo, en datos semanales que se remontan a 2010, se produjo dos semanas después de que el Congreso impusiera nuevas sanciones a Petróleos de Venezuela SA. Efectivamente cortaron las importaciones de petróleo del país sudamericano. En un promedio de cuatro semanas, es el segundo más bajo.
Las reducciones en el suministro de ambos países de la OPEP ya han comenzado a afectar a las refinerías de EE.UU., en particular a aquellos que dependen del crudo pesado y ácido, que es principalmente lo que producen Arabia Saudita y Venezuela. Esto se suma a la falta de petróleo dirigido a EE.UU. después de los recortes obligatorios en Alberta. No se espera que la situación mejore en el corto plazo. Se pronostica que la producción venezolana bajará a 500.000 barriles por día a finales de este año, la más baja en datos que se remontan a 1962.