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Brasil está esperanzado con vacunas pero no se apoya en la cuarentena

Ante la explosión de casos de coronavirus en Brasil y las dispersas medidas de distanciamiento social que poco hacen para frenar la propagación, la economía más grande de América Latina está apostando en grande a la búsqueda de una vacuna.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. | Cedoc

Ante la explosión de casos de coronavirus en Brasil y las dispersas medidas de distanciamiento social que poco hacen para frenar la propagación, la economía más grande de América Latina está apostando en grande a la búsqueda de una vacuna.

Dos de las vacunas más prometedoras contra covid-19 están en sus etapas finales de prueba en Brasil. Unos 9.000 profesionales de la salud se ofrecieron como voluntarios para recibir la vacuna Coronavac, liderada por Sinovac Biotech Ltd., de China, mientras que 5.000 más se inscribieron para el ensayo de tercera fase de la Universidad de Oxford y la inoculación experimental del fabricante de medicamentos AstraZeneca Plc. Una vacuna se basa en ciencia probada y comprobada; la otra en un método de vanguardia. Ambas figuran entre los 10 principales candidatos que se espera que lleguen primero al mundo.

Brasil informó el miércoles 1.233 nuevas muertes, impulsando el total de fallecimientos más allá de 75.366. Los casos superarán los 2 millones en uno o dos días. No obstante, estados y ciudades siguen avanzando con los planes de reapertura (muchos brasileños nunca se quedaron en casa pues el presidente, Jair Bolsonaro, ha priorizado los empleos y la economía durante toda la pandemia). Funcionarios del estado de Bahía y Sao Paulo dijeron en días recientes que las celebraciones de Nochevieja y carnaval, eventos turísticos clave que generan ingresos muy necesarios, podrían ser canceladas a menos que se encuentre una vacuna.

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Brasil informó el miércoles 1.233 nuevas muertes, impulsando el total de fallecimientos más allá de 75.36

Adam Kheyzy, médico de urgencias de 26 años en el área metropolitana de Sao Paulo que recibió su primera dosis en el estudio AstraZeneca hace varias semanas, dijo que prestarse como voluntario para el ensayo era obvio. “Estoy expuesto a pacientes infectados varias horas al día; quiero obtener inmunidad cuanto antes”, dijo.

En junio, el estado de Sao Paulo anunció la asociación entre Sinovac y el Instituto Butantan de Brasil, un centro estatal de investigación biomédica. Unas semanas después, Brasil firmó un acuerdo para el gasto de US$287 millones dirigido a la compra de dosis de vacunas de Oxford y AstraZeneca.

“Al combinar nuestro potencial científico con la velocidad del virus aquí, Brasil se convierte en terreno fértil para probar vacunas prometedoras”, dijo Marco Krieger, investigador de la Fundación Oswaldo Cruz, con sede en Río de Janeiro, conocida como Fiocruz, que coordina el esfuerzo Oxford-AstraZeneca en Brasil.

La vacuna candidata de la Universidad de Oxford podría terminar las pruebas en humanos en septiembre, y AstraZeneca ya tiene acuerdos para la producción de 2.000 millones de dosis. Los ensayos de tercera fase de Coronavac de la compañía china, la etapa final antes de la aprobación, comenzarán el 20 de julio, dijo Ricardo Palacios, director médico de Butantan.

“Si tenemos resultados favorables, es posible distribuir la vacuna en la primera mitad del próximo año”, dijo en una entrevista. La producción comenzará incluso antes de que se confirmen los resultados finales, dijo Palacios.

Si bien las dos vacunas experimentales van muy avanzadas en el proceso, utilizan métodos muy diferentes. La vacuna Oxford utiliza lo que se llama un enfoque vectorial, inyectando un virus inofensivo que infecta las células humanas y las induce a producir una proteína coronavirus. El enfoque específico, un vector viral de adenovirus de chimpancé, nunca se había autorizado antes, aunque las pruebas han sido prometedoras. La vacuna de Sinovac utiliza un coronavirus inactivado que tiene todas las características que el sistema inmunitario reconoce, sin el riesgo de contagio. Dichas vacunas han sido utilizadas durante décadas para combatir gérmenes, incluida la poliomielitis y la viruela.

Lo que sucede en otras partes de América Latina:

  • El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, salió de nuevo a otra gira por el país, con visitas a los estados de alto crimen Guanajuato el martes y Jalisco el miércoles. En medio de crecientes críticas, incluso de las Naciones Unidas, de que México no está realizando suficientes pruebas, AMLO instó esta semana a su zar del coronavirus a “resistirse” a los detractores.
  • En Colombia, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, está considerando volver a una cuarentena total durante dos semanas para evitar abrumar las unidades de cuidados intensivos que actualmente están llenas en un 89%. Se reunirá con asociaciones médicas y funcionarios del Gobierno nacional antes de tomar una decisión.
  • Tres mataderos argentinos, cuatro plantas de pollo y una instalación de carne de cerdo han suspendido temporalmente las operaciones después de que empleados dieran positivo a covid-19, dijo un funcionario de la agencia sanitaria de agricultura. Dos de las plantas cerraron a fines de junio, y las otras cerraron durante 10 días a partir del miércoles.
  • La minera estatal de Chile aseguró a funcionarios del Gobierno que los casos en la compañía estaban disminuyendo. Codelco registró 66% menos casos diarios que a mediados de junio, o 60 casos por día frente a 135 el mes pasado.