París se enfrenta a una de sus peores olas de calor en más de un siglo, con temperaturas medias diarias que rondan los 30 grados centígrados durante un período de siete días y que alcanzaron un máximo de 39 grados el domingo, según meteorología de Météo-France.
El calor durará hasta mediados de la próxima semana, creando las peores condiciones de calor en la capital francesa desde la canícula de 2003 que duró 10 días, dijo el meteorólogo Francois Jobard, de Météo-France, en un tuit el viernes.
“Aparte de 2003, la capital comienza su semana más calurosa desde 1873”, dijo Jobard.
El prefecto de la región de París, el principal funcionario administrativo, declaró el jueves una alerta canícula, activando medidas como la entrega de abanicos a personas vulnerables y botellas de agua a personas sin techo. Después de que la ola de calor de 2003 cobrara la vida de unas 15.000 personas en Francia, el país introdujo un “plan canícula” para limitar el impacto de los episodios de calor extremo.
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La ciudad de París introdujo el año pasado una aplicación gratuita llamada Extrema Paris que permite a los parisinos ubicar espacios verdes, baños, iglesias y otros lugares frescos.
Météo-France ha declarado una alerta de calor para aproximadamente la mitad del país, y se pronostica que las temperaturas en el suroeste alcanzarán los 40 grados el viernes, antes de que las temperaturas comiencen a caer nuevamente el sábado.
Las olas de calor en Francia se han vuelto más frecuentes e intensas en los últimos 30 años, y el cambio climático significa que se espera que su número y duración aumenten aún más en el siglo XXI, según Météo-France. El país ya está bajo un clima inusualmente cálido, registrando su catorceavo mes consecutivo de temperaturas superiores a lo normal en julio y el periodo enero-julio más cálido desde 1900.
P.M.
