Mauro García, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Garrahan, describió la urgencia que atraviesa el nosocomio, uno de los centros pediátricos más importantes del país. La falta del presupuesto necesario fue el centro de la denuncia que el médico expuso en “QR”, emitido por Bravo TV.
“No estamos preparados para esto”, expresó en referencia a la resistencia que los trabajadores del hospital se vieron obligados a asumir para sostener la atención.
García detalló que las acusaciones del Gobierno sobre el exceso de personal administrativo son inexactas. “Entre esos números hay ingenieros, arquitectos, abogados, contadores, personal de mantenimiento. Todo lo que una megainstitución como esta necesita para funcionar”, explicó. También reveló cifras concretas sobre el hospital: 400 mil consultas anuales en consultorios, 70 mil en emergencias, 10 mil cirugías y 1.500 pacientes en terapias intensivas. Cuenta con 532 camas. Aun así, la falta de recursos obligó a suspender guardias médicas y cerrar una sala de internación.
“No es justo que se diga con liviandad que sobran trabajadores. Si alguien no cumple con su función, que lo demuestren. Esto no se sostiene más”, afirmó. También responsabilizó al Ejecutivo por reducir el problema a un aspecto de índole administrativa. “El presidente confesó que el problema es presupuestario, por eso plantea una donación. Pero lo que el hospital necesita es un presupuesto, no un acto simbólico”, acotó el periodista y conductor del programa que se emite de lunes a viernes a las 22, Pablo Caruso. Lo hizo en alusión a declaraciones del presidente Milei relacionadas con la futura realización de una obra de teatro "con rubias voluptuosas" cuyo fin sería recaudar donativos para el hospital.
Sobre la cobertura médica a nivel nacional que despliega el hospital, García fue claro: “Mi teléfono lo tiene gente de Jujuy, de Corrientes, de todo el país. Cuando me llaman, la respuesta siempre es ‘traelo’. No preguntamos si el paciente en cuestión es del área programática. Ahora necesitamos que los gobernadores también se involucren”, demandó.
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La situación laboral del personal médico también fue parte de la denuncia. “Un residente gana tres mil pesos por hora. Un clínico pediatra, seis mil. Un terapista intensivo, nueve mil. Todos, después de más de diez años de formación. Esto estresa al sistema y lo pone al borde del colapso. El lunes pasado todos los jefes del hospital sacamos un comunicado. La situación es acuciante día a día”, describió.
“Este elástico no se puede estirar más”, repitió García en el cierre de la entrevista. El Hospital Garrahan —que simboliza la salud pública federal y de calidad— entró en una etapa crítica: suspensión de guardias, cierre de salas y fuga de profesionales formados.
LB / FPT