En diálogo con Canal E, el empresario y titular del Instituto PROGRESAR, Facundo Ahumada, plantea una mirada crítica sobre la estructura fiscal y el manejo del Estado argentino.
Un país que empieza a liberarse
Según el entrevistado, “el levantamiento del cepo es la noticia del momento”, afirma con contundencia el entrevistado. Desde su análisis, el cambio no solo impacta a nivel financiero: “Comenzamos a ver cómo se comportaba la gente emocionalmente. Muchos compraron dólares a $1.350 el primer día, y al otro día bajó. Perdieron plata por moverse desde la emoción”.
Para Ahumada, el país está en una transición hacia un modelo más libre, pero advierte: “Tenemos que tener paciencia y entender que estamos en un nuevo mundo”.
Competencia desigual: el peso de los impuestos
En relación con la competencia internacional, el empresario señala un desbalance estructural: “China da créditos al 0% y subvenciona las exportaciones. Argentina, en cambio, tiene una carga impositiva muy elevada”. Esa diferencia, dice, se traduce directamente en precios menos competitivos para los productores locales.
Además, añadió: “En Argentina la mayor parte de la canasta básica se va en impuestos. Es algo que no pasa en otros países”.
¿Era el momento de levantar el cepo?
Ahumada reconoció las dudas de algunos sectores industriales. “Muchos piensan que no están dadas las condiciones para liberar la competencia. Argentina no es competitiva por su presión fiscal”, sostiene.
Más allá del debate técnico, se remonta al significado de la palabra “cepo”: “Un cepo es una prisión. No puede ser algo bueno”, añadió.
El rol del Estado y la mala administración
La discusión sobre los impuestos lleva a un punto clave en el discurso de Ahumada: la mala utilización de los fondos públicos. “El gobierno ha venido mal manejando las finanzas a lo largo de décadas. La mayoría del dinero se fue en cosas que no son relevantes”, denunció.
Para el titular del Instituto PROGRESAR, el problema no es la falta de dinero, sino la corrupción y la ineficiencia: “Argentina siempre tuvo riqueza. Lo que pasa es que fue mal administrada”.
¿Menos impuestos o más eficiencia?
Frente al argumento de que bajar los impuestos afecta la recaudación, Ahumada responde: “No es que el gobierno necesita más impuestos porque los usa bien. Necesita gobernantes más transparentes que no roben para que el dinero alcance”.
En su visión, el ajuste no debe pasar por los sectores más vulnerables: “Con semejante entrega de alimentos desde Nación, provincias y municipios, ¿cómo puede ser que haya gente con hambre?”.
Para finalizar, Ahumada agregó: “Hay temas estructurales que nadie quiere tocar: ni los gobernadores, ni los intendentes, ni los gobiernos anteriores. Solo así podremos salir adelante”.