La eliminación del impuesto PAIS representa una pérdida para la recaudación nacional. Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la tributarista Daiana Polizzotto, quien comentó que, “el impuesto PAIS iba directamente a la Nación”, al referirse al recorte impositivo que dejó de regir en diciembre del año pasado.
Según detalló, a diferencia de los impuestos coparticipables que se distribuyen entre Nación y provincias, este gravamen era exclusivamente nacional.
“Representaba un porcentaje bastante importante dentro de la recaudación”, señaló Polizzotto, subrayando que su eliminación repercute negativamente en los ingresos del Estado nacional. A pesar de que la recaudación general tuvo un leve repunte en relación con la actividad interanual, la caída en los ingresos exclusivos de la Nación se hizo sentir con fuerza.
Recaudación bajo presión
Polizzotto recordó que, si bien en mayo se espera un aumento estacional por el vencimiento del impuesto a las ganancias, “es un impuesto coparticipable, así que directamente no va a la Nación”. Esto significa que los efectos positivos sobre la recaudación no alivian del todo el deterioro en las cuentas nacionales.
La economista también hizo referencia a la dificultad de sostener la recaudación en un contexto de actividad económica debilitada. “La actividad todavía no mejora a niveles como para decir que se puede recaudar más por una cuestión de actividad”, agregó.
El efecto del blanqueo
Respecto al reciente blanqueo de capitales, Polizzotto sostuvo que su impacto directo en la recaudación fue limitado: “Hasta 100.000 dólares, el blanqueo salía gratis”, lo que redujo significativamente su aporte fiscal. Sin embargo, destacó que este programa sí tuvo consecuencias indirectas importantes.
“Lo que generó el blanqueo es un montón de ingreso de dinero al sistema legal”, indicó, remarcando que esto incentivó el consumo, un motor clave de recaudación a través de impuestos indirectos.
Un nuevo blanqueo en camino
El Gobierno evalúa implementar un “mini blanqueo” con topes más bajos, entre 100.000 y 150.000 dólares, que aún no fue reglamentado. La intención sería repetir el efecto positivo sobre el consumo, aunque con mayor control. “Todavía no está la letra chica de esto”, advirtió Polizzotto, anticipando que habrá que esperar para ver qué alcance tendrá finalmente la medida.
Riesgos ante la comunidad internacional
Polizzotto se mostró cautelosa frente a la posible percepción internacional de esta política fiscal. “El Gobierno dice que no, que se van a tomar todas las medidas necesarias para no entrar en las listas negras internacionales”, aseguró, en relación con las preocupaciones sobre la legitimación de activos ilícitos o actividades marginales.
Para cerrar, la entrevistada remarcó el carácter inusual de la situación actual: “Nunca hubo dos blanqueos tan seguidos”, lo que podría generar desconfianza en organismos de control externos si no se aplican criterios estrictos.
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