“Los terroristas usan el Islam para justificar su violencia, porque atacar civiles es una contradicción de las enseñanzas”

Después de los crímenes brutales cometidos por Hamas en Israel y de los ataques constantes desde Gaza desde el Líbano, muchos analistas internacionales temen, además del desastre humanitario que se está viviendo una generalización del conflicto, en donde continúan más de 200 personas como rehenes.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el presidente de la Comunidad Ahmadía Argentina, Imán Marwan Gill quien expresó que, “es una desgracia, después de dos guerras en el siglo pasado, volver a tener otra vez un ciclo así espantoso en donde no hay ningún avance, ni salida y cada vez se empeora la situación”.

El fracaso de los organismos internacionales y los países musulmanes

Según Imán Marwan Gill, varios hospitales ya están paralizados. Y agregó: “Es realmente  una mancha enorme sobre la humanidad y en particular diría yo sobre los organismos internacionales, como la ONU que es un fracaso de las relaciones políticas y diplomáticas”.

Para el presidente de la Comunidad Ahmadía, las potencias del mundo tienen que encargarse, pero a su vez “los países musulmanes vecinos,  que no lograron intervenir o intermediar”.

Frenar los ataques desde la religión

Al ser consultado sobre si desde el Corán puede haber una influencia positiva para que cesen los ataques y las muertes en manos de terroristas, Imán Marwan Gill aseguró que, “esos grupos surgieron en un contexto muy particular y con una lucha política que no les importa los valores morales espirituales”.

Para el entrevistado, los terroristas usan la tapa del Islam para justificar su violencia e ideología, cuando el hecho de atacar a civiles es una contradicción enorme a las enseñanzas del Islam. 

“El Islam en el siglo VII prohibió categóricamente, incluso en casos de guerra, atacar a personas civiles, mujeres, niños, personas mayores, templos, lugares religiosos y públicos”, explicó Imán Marwan Gill.

La tarea por cumplir

Según el entrevistado, la tarea como religiosos es “educar a los jóvenes musulmanes para que no caigan en esa trampa y que no justifiquen esta guerra por la propia libertad, territorio o soberanía”. Y continuó: “Esto no es una guerra religiosa entre judíos y musulmanes, sino que hay que aclarar que somos el Islam y el judaísmo los garantes de la convivencia del otro. Somos garantes de la santidad, de la dignidad de la vida y de la libertad de religión para todos”.

Al finalizar, expresó: “El diálogo es la única solución porque ya vimos que la violencia trae más violencia, más muertos y  tragedias”.