La difícil situación económica que atraviesa Argentina tuvo un fuerte impacto en las vacaciones y el turismo. Este año no hubo tanta movilización de personas y hubo zonas que percibieron fuertes caídas en comparación a 2023, a excepción de los destinos del sur del país, que se mantuvieron firmes gracias al turismo extranjero. Con el fin de ampliar este panorama, este medio le consultó a Gregorio Werchow, secretario de turismo de CAME.
“Desde CAME, la temporada de verano la medimos desde el 16 de diciembre en adelante, este año lo hemos tomado hasta el 28/29 de febrero”, comentó Gregorio Werchow. “Dentro de este periodo se movilizaron 19 millones de personas, aproximadamente un 15% menos que en el mismo periodo que el año anterior y esto se da fundamentalmente por el impacto del tema económico e inflacionario”, agregó.
La región patagónica no sufrió una gran caída gracias al turismo extranjero
Posteriormente, Werchow planteó: “Hemos notado una gran diferencia entre lo que es del centro del país hacia el sur y del centro hacia el norte, ya que todo lo que sea la región patagónica, no tuvo una disminución, sino incluso que creció un poco”. Luego, manifestó que, “fundamentalmente por el impacto de la visita de turistas extranjeros, mientras que en el norte fue superior al 30% la caída, pero al medir la media, nos da que tuvimos cerca del 15% de caída”.
“Durante el mes de enero, desembarcaron aproximadamente 300 cruceros en Ushuaia, con eso tenemos un impacto realmente muy grande y fundamentalmente de turistas extranjeros”, sostuvo el entrevistado, que después completó: “Este año no hemos contado con las herramientas del año anterior, como puede ser el Pre Viaje y la flexibilización de los pagos de la tarjetas en cuotas, pero parte de esa caída ha sido compensada con la mayor cantidad de afluencia de turistas extranjeros”.
Se registró una caída del 0,7% en el promedio de pernoctación
Por otro lado, el secretario de turismo de CAME señaló: “Con respecto al promedio de pernoctación, también lo hemos visto disminuido, ya que el año pasado era 3.9 y este año 3.2, es decir, tuvo una caída sustancial el promedio de pernoctación”. Sobre la misma línea, remarcó que, “esto nos indica que la gente optó por salir pero por menos tiempo”.
A modo de cierre, Werchow expresó: “Cambió el formato de vacacionar de la gente, a raíz de eso, surgió una modalidad que lo estamos viendo los últimos años y es creciente, que es la movilización turística de los fines de semana largo”.
