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Aniversario

Claudio Cerini celebró 40 años de su marca: “En cada crisis vi una oportunidad para crecer, nunca para retroceder”

El fundador de una de las cadenas de peluquería más importantes del país explicó cómo fueron sus inicios y cómo hizo para sortear adversidades como la pandemia.

Claudio Cerini
Claudio Cerini | cedoc

Claudio Cerini, fundador de una de las cadenas de peluquería más importantes del país, celebró en Canal E los 40 años de su marca que cuenta con 700 empleados y ocho salones activos. El entrevistado recordó que “el 20 de agosto de 1985 éramos cuatro o cinco personas y hoy somos casi 700”.

Explicó que el aniversario se festejará en todos los locales en simultáneo, manteniendo el contacto cercano con clientes y profesionales. Reconoció que este logro es fruto de una construcción que empezó desde cero: “No traía clientela propia, me puse mi primera peluquería y empecé de cero, con una propuesta distinta inspirada en Vidal Sassoon”.

El estilista explicó que su crecimiento se consolidó en Marcelo T. de Alvear, donde pasó de un local de 70 a 700 metros cuadrados. Señaló que la crisis de 2001 fue un punto de inflexión: “Las crisis no me hicieron ir para atrás, siempre las vi como una oportunidad”.

Además, recordó que en ese momento decidió expandirse con nuevos locales en la calle Sucre y en Martínez, para luego ingresar en shoppings y multiplicar la estructura de la cadena. “Siempre pensé mis decisiones para no perjudicar al salón anterior, por eso mis locales están estratégicamente ubicados”, destacó.

Cerini afirmó que la formación fue clave en su modelo de negocios. Recordó que en 2009 creó una escuela propia para no depender del mercado laboral. “Hace más de 15 años que no salgo a buscar peluqueros, los formo yo mismo”, señaló, explicando que esa estrategia garantizó calidad y continuidad. También remarcó que nunca cerró un local: “Cada posición que tomé fue pensada para sostener lo que ya tenía y crecer de adentro hacia afuera”.

La pandemia representó otro desafío crítico. El entrevistado explicó: “Me convertí absolutamente en responsable de mi gente, llegué a vender patrimonio personal para mantener la estructura”. Recordó que los locales estuvieron cerrados durante meses y que debió pelear en los medios para demostrar que las peluquerías no eran foco de contagio. Subrayó que su convicción fue apostar a la reapertura: “Miraba 7 locales vacíos y apostaba a que el día después iba a llegar”.

A pesar de los vaivenes de la Argentina, el empresario destacó que la estética siempre resiste en contextos de crisis. Comparó con experiencias históricas: “En la Segunda Guerra Mundial, el lápiz labial fue el producto más vendido, porque la gente buscaba verse bien frente a la adversidad”. Explicó que la cosmética funciona como refugio emocional y que esa lógica también sostiene el negocio en contextos difíciles. Concluyó que Argentina tiene todo para ser potencia, aunque las políticas de empleo no siempre dieron resultados.